Reconocimiento nacional a directoras de escuelas de Punta Arenas

Para muchos expertos, el sistema educacional chileno está en crisis, pues no logra responder cabalmente al objetivo que tiene la enseñanza respecto de entregar conocimientos y valores a los niños y las niñas y los jóvenes, con altos estándares, a fin de formarlos y proporcionarles herramientas para ingresar al mercado laboral y desarrollarse integralmente.

En general, ha imperado la segregación y las asimetrías entre aquellos establecimientos privados, que garantizan una enseñanza de calidad a sus estudiantes, marcados por el elitismo; y los subvencionados o municipalizados, a los cuales acceden los hijos e hijas de las familias más carentes, socioeconómicamente hablando. Estos colegios y liceos tienen menos recursos, escasa infraestructura y cuerpos docentes más débiles.

También en el plano de las odiosas diferencias y/o histórica, pero erróneamente, se ha puesto en un plano inferior a la enseñanza técnico-profesional.

Sin embargo, pese a todos estos bemoles, hay establecimientos que, teniendo muchas condiciones de desventaja, destacan porque sus cuerpos directivos y docentes están empeñados en hacer la diferencia, creyendo en la potencialidad de los niños, las niñas y los jóvenes que tienen a su cuidado.

Todos los estudios sobre la educación y su real impacto concluyen en algo: la importancia que tiene el o la directora de un establecimiento para lograr que la gestión del colegio o liceo sea efectiva.

La dirección debe asegurar que, aunque sean pocos los recursos financieros, materiales y humanos, se generarán las condiciones para cumplir con el objetivo último que es que los estudiantes aprendan y que los alumnos y los docentes se desarrollen.

En tal contexto, recientemente dos directoras de establecimientos regionales fueron destacadas e integradas al grupo de los 30 mejores Líderes Educativos Directivos (Led) de Chile. Se trata de Sol Aguila, directora de la Escuela Hernando de Magallanes; y Carmen Gloria Mihovilovich, directora pedagógica del Instituto Sagrada Familia (Insafa).

Fueron alrededor de 900 los profesionales de todo el país que fueron postulados a tal distinción y eso hace más meritorio que ambas directoras magallánicas hayan sido escogidas.

Se trata de dos directoras que han marcado la diferencia, que han optado por creer en la potencialidad de los estudiantes y en el trabajo mancomunado con los docentes y cuerpos auxiliares. Ellas han ejercido un liderazgo eficiente y dinamizador al interior de sus colectividades educativas, el cual las hecho trascender.