Jornadas: mucha solidaridad, pero falta de apoyo del Estado

La crisis económica que está afectando a algunas empresas y, en general, a las familias magallánicas era un factor a tener en cuenta al momento de vislumbrar qué pasaría este año con las Jornadas por la Rehabilitación 2023.

También se llegó a temer que la recaudación vía las tradicionales alcancías podría verse sustancialmente mermada por los cambios de hábitos, producto de la incorporación de la tecnología, que hacen que hoy el “sencillo” -monedas y billetes de bajos montos- no esté disponible porque la mayor parte de las compras se hacen a través de tarjetas de crédito o débito y de transacciones electrónicas.

Pese a dichos temores, se vio a toda una comunidad activa y comprometida en torno a las Jornadas 2023: caminantes, payasitos, lavado de autos, venta de corderos, salmones y todo tipo de alimentos, aportes de comunidades educativas, rifas, sorteos, recaudaciones de trabajadores de distintas empresas y de gremios, participación de clubes y batucadas, artistas y depósitos directos o transferencias personales fueron parte de todo lo realizado en los últimos meses a favor de esta campaña.

Una vez más los magallánicos lograron superar los mil millones de pesos, cifra que, en los próximos días, se verá incrementada cuando se tenga el cómputo final.

La solidaridad y el compromiso de Magallanes con los centros de rehabilitación que operan en la zona no están en cuestión.

Quizás, sólo comentar que, una vez más, la jornada en el Teatro Municipal se extendió mucho, siendo posible organizar la estructura del show y de la transmisión televisiva de modo de optimizar tiempos y ánimos.

También es conveniente insistir que una obra tan mayúscula como la que impulsa el Club de Leones Cruz del Sur no puede depender de la solidaridad de la gente ni de la venta de más o menos porciones de alimentos. 

La solidaridad magallánica es bienvenida, pero no puede ser que, sin ella, se corra el riesgo de que algún centro de recuperación deje de funcionar, que se tenga que limitar el cupo de las atenciones que prestan o que no se pueda contratar a los profesionales y técnicos que son necesarios para ayudar a los pacientes a lograr la anhelada rehabilitación.

Ministerios como Salud, Educación y Desarrollo Social, tanto como el gobierno regional, entre otros, deben establecer líneas de financiamiento que sean sólidas y persistentes en el tiempo, que no dependan de la presentación cada año de proyectos para lograr algunos recursos ni que las ayudas comprometidas queden supeditadas a las acusaciones de un consejero o algún parlamentario de turno.