Urgen recursos para la reparación de calles

Si hay algo que molesta, y mucho, es el mal estado de muchas de nuestras calles. Esta es una situación que exaspera a los conductores, pero también a los peatones que en algunos sectores deben realizar grandes esfuerzos para cruzar una arteria.

El deterioro que presentan las calzadas es motivo habitual de cobertura noticiosa, no sólo por las molestias que ello genera, sino también porque evidencia falta de preocupación por el cuidado del entorno, sobre todo aquél que está a la vista de todos. En este sentido, por ejemplo, para nada es motivo de orgullo pasear por el centro de Punta Arenas y ver el mal estado de la calle Bories, Waldo Seguel, Fagnano, Errázuriz, entre otras, las que por días son objeto de bacheo asfáltico, pero sólo para parchar los molestos hoyos que se han formado por la antigüedad de los pavimentos.

El surgimiento de hoyos en una vía puede ser atribuido de manera directa a falta de conservación. Es decir, al paso del tiempo sin realizar obras de mejoramiento, imprevisión que va generando un acrecentamiento del problema, hasta, en ciertos casos, hacerse insostenible. En ese momento aparece la solución, que, lógicamente, ahora resulta más onerosa si se hubiera actuado en forma anticipada.

No obstante esta salvedad, siempre será bienvenida la inversión de recursos que permitan ejecutar trabajos de conservación de las calles. 

La solución de emergencia a los 300 baches catastrados en calles de mayor tráfico, emprendida por el municipio a través de su máquina bacheadora, requiere de una resolución definitiva por parte del Servicio de Vivienda y Urbanismo, organismo técnico encargado de presentar los proyectos de conservación de las vías urbanas para la solicitud de los fondos al gobierno regional.

Los conductores agradecerán que se apuren los proyectos, esperando que las inyecciones de recursos de esta naturaleza sean permanentes en el tiempo y no una excepción.