“Fue muy triste tener que descalificar a los atletas”

“Lo que más rescato es el ímpetu que le pone cada atleta para llegar adonde está. Es envidiable, las marcas que hacen, que yo jamás hice, y por más que entrene no sé si llegaré a una marca de ese tipo y ellos a pesar de su discapacidad lucharon y estuvieron ahí, donde quisieron estar, y lloraban y reclamaban porque les fue mal”.

Así lo destacó Karina Oyarzún Pérez, atleta magallánica, quien relató su experiencia como jueza de los Parapanamericanos de Santiago 2023. Una experiencia única y es que los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos son el mayor evento deportivo internacional multidisciplinario en el que participan atletas de las Américas.

Pero la historia de Karina Oyarzún se remonta mucho antes. “En mayo fuimos a la Para Araucanía y como juez convencional, solamente fui ayudante de los jueces de para-atletismo. Ahí conocí a Sara Henríquez, que es la jueza principal de los para-atletismo. En el mes de junio se abrió un nuevo curso para capacitar a jueces de para-atletismo, justamente para este evento y me invitaron a participar. Obviamente todo pagado, porque todo tiene costo”, expresó.

Hizo el curso con un juez internacional del World Parathletic, fue teórico y práctico. 

Sobre la convocatoria para participar en los Parapanamericanos Santiago 2023, recuerda que el  curso fue muy difícil, cambian dependiendo del tipo de discapacidad, así que es complicado y son muchas categorías. “Vi que pasé el curso y fue mi primera emoción, o sea, ya cuando me veo en la lista, lloraba, porque pensé que no lo iba a pasar, la prueba era súper difícil y cuando me veo en la lista que había aprobado con un 87% lloraba de emoción y cuando a los meses después me llega la invitación, fue la segunda emoción”, indicó, recordando que aunque sólo pagaban el sueldo y ella debía cubrir todos los gastos, no dudó en viajar por la experiencia que ello implicaba.

Su difícil misión 

Admite que fue harto trabajo y que “me tocó ser la mala. Y eso fue lo más triste porque yo tenía que descalificar, esa era mi misión. Primera vez que trabajo en pista, yo siempre trabajo en campo. Y esta vez fui auxiliar de pista. Eramos nueve jueces nacionales, un juez internacional y más un hito también internacional. Así que en realidad éramos 11 jueces, solamente de pista”. 

Por ejemplo, agregó, en deportistas con discapacidad visual, se verifica que el guía no tire al atleta, ni lo empuje. Eso es un tema de descalificación y fue la causa por la cual, como jueza debió descalificar a un deportista. Con las sillas de ruedas, se verifica que no invadan los carriles del lado. “Teníamos una carpeta con las hojas, donde anotamos las faltas que habían y después comunicárselas a nuestros jueces. Esa era nuestra misión. Fue muy triste tener que descalificar”, admitió.

Distintas historias de lucha

La jueza magallánica de para atletismo, recordó a un deportista con discapacidad visual que perdió la medalla de oro porque se desmayó el guía, se descompensó. “Iba primero y están llegando a la meta y el visual arrastraba al guía y queda segundo. A otro deportista, una persona a la que le faltaba una pierna, llega dando brincos para poder saltar el listón y logra saltar un metro setenta y cuatro, es un tremendo logro. Yo estaba detrás de él, fue una experiencia maravillosa, cada jornada estaba llena de emociones”, confesó Karina Oyarzún.

“Tienen esa conciencia de la práctica, de mejorar, de ganarse y superarse a sí mismos. Entonces yo creo que va por ahí. Cuando tú lo ves, dices, ahí tienes una lección gigante. Yo creo que Punta Arenas tiene muchos para atletas, de hecho en La Araucanía cuando viajé con ellos las historias son maravillosas, son increíbles porque la mayoría eran convencionales y por accidentes de la vida quedaron con discapacidad y cada día se superan a sí mismos.  Yo conversaba con ellos y a mí ya ese viaje para mí fue marcador. Cuando tú escuchas la historia de cada uno y después ver que vuelven a entrenar”, puntualizó.