Acciones contra la deserción escolar

En Chile, más de 50 mil estudiantes se desvincularon del sistema escolar entre los años 2021 y 2022, fenómeno que tiene al ausentismo escolar en la mira, pues está comprobado que la deserción es una consecuencia directa de la inasistencia reiterada a lo largo de los años.

Un estudio de la Fundación Educacional Presente reveló que en 2022, uno de cada 2 estudiantes chilenos presentó ausentismo crónico, es decir, faltó más del 10% de los días de clases del año. 

Estas cifras reflejan cómo el ausentismo se ha vuelto uno de los principales desafíos del sistema educativo chileno.

Lo que no se sostiene en ningún tipo de evidencia pedagógica es que en Chile los estudiantes deben tener una asistencia promedio de un 85% anual para pasar de curso, lo que equivale a haber faltado a clases un mes y medio.

Asimismo, el viernes es considerado el día en que se produce el mayor ausentismo.

En las últimas décadas se han impulsado diversas políticas públicas para que un mayor número de niños tenga acceso a la educación preescolar, especialmente a través de la labor desarrollada por la Junji e Integra. Asimismo, el Presidente Lagos promulgó una ley que garantiza 12 años de escolaridad mínima obligatoria.

Sin embargo, y pese a estos avances, el abandono del sistema escolar sigue siendo un tema preocupante. En la Región de Magallanes, el año anterior, una cifra de 362 niños y niñas abandonaron el sistema escolar, por lo tanto no terminaron la enseñanza tradicional. 

Es en la educación secundaria, en primero y segundo medio cuando se registra el mayor número de abandonos, especialmente en los establecimientos educacionales donde asisten alumnos con vulnerabilidad social.

Lo anterior, está estrechamente asociado con la deficiente administración municipal de los colegios, que en el último tiempo se ha agudizado, perdiendo miles de alumnos, lo que constituye un desafío para los nuevos Servicios Locales de Educación Pública.

La deserción escolar afecta de manera negativa las posibilidades futuras de desarrollo laboral y personal de los niños y jóvenes que abandonan sus estudios, además de ir en contra del desafío del país de incrementar cada vez más la calificación de sus trabajadores. Por lo mismo, tiene suma trascendencia incentivar ésta y otras acciones tendientes a evitar que estudiantes dejen la escuela.