Comenzó a regir el nuevo sistema de educación pública en Magallanes

Luego de que se buscara que Punta Arenas fuera una comuna piloto -lo cual no prosperó- y de posteriores dilaciones, este 1 de enero de 2024 comenzó a regir oficialmente en Magallanes el nuevo sistema de enseñanza pública, el cual, en el caso regional, estará a cargo de un solo servicio local de educación.

Ayer, se usó un simbolismo para dar inicio al nuevo sistema, al entregársele al seremi de Educación y al director ejecutivo del Slep un macetero con una pequeña planta, en señal del cuidado que deberán tener para resguardar que el proceso marche bien y que no haya traspiés.

Mientras esto pasaba en un jardín infantil, representantes del Colegio de Profesores presentaban ante la Fiscalía y ante la Dirección del Trabajo sendas denuncias por el no pago íntegro de sus remuneraciones y de sus obligaciones previsionales durante diciembre. 

Así, no se trata de un buen inicio, pues se quebraron acuerdos y compromisos asumidos por diferentes jefaturas comunales respecto de que se regularizarían dichos pagos antes de que concluyera el año 2023.

En la ceremonia, como buen acto público, sobraron los discursos respecto del paso histórico, esgrimiéndose el objetivo de este gobierno de regresar la educación al Estado.

Como reforma estructural, el paso dado mantendrá a la comunidad en ascuas respecto de su desenvolvimiento y de medidas y acciones que se vayan adoptando desde la dirección del Slep.

No podemos olvidar que dejaron de estar bajo el régimen municipalizado 53 establecimientos educacionales y 10 Jardines Infantiles en Magallanes.

No se trata sólo de la formalidad de la dependencia del sostenedor, sino que está en juego el bienestar y los derechos de  1.589 docentes y 1.213 asistentes que atienden a los niños, las niñas y los jóvenes alumnos de la región que no están asistiendo a colegios privados ni subvencionados. También está por verse si será efectivo el acceso a una enseñanza de calidad de 15.332 estudiantes matriculados en la educación pública, y a otros 527 inscritos en jardines infantiles.

Ideológicamente, resulta un discurso bonito hablar de la educación pública y de que ésta garantice a todos los niños y jóvenes de nuestra región contar con maestros preparados y con aprendizajes efectivos y pertinentes para su futuro desarrollo. El desafío de este gobierno y de la administración regional es que aquello deje de ser sólo bellas añoranzas e intenciones.