Falta de residencias pone en riesgo el cuidado de las personas mayores vulnerables

El rápido envejecimiento poblacional, sumado a los efectos de la pandemia, han generado un deterioro importante en las personas adultos mayores, por lo que existe preocupación entre los expertos sobre el futuro de las personas mayores, especialmente vulnerables, que no cuentan con redes de apoyo para sustentar esta importante etapa de sus vidas.

El estudio más reciente del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, llamado “Dependencia en las Personas Mayores y Cuidados Institucionales”, da cuenta del importante déficit de Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (Eleam), que hay en el país. 

El nuevo reporte del observatorio revela que sólo existen nueve Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (Eleam) en Magallanes para una población de 3.571 personas mayores con dependencia severa, además la mayoría de las residencias se concentra en las grandes capitales provinciales.

Una crisis de los cuidados que se alimenta principalmente de dos fenómenos sociales como son el envejecimiento acelerado de la población y la reducción del tamaño familiar, entre otros. La ecuación es simple: en 2050, el 32% de la población chilena tendría más de 60 años y con ello, ¿habrá un aumento en la demanda de cuidados?

Según consta en el reporte, el 75% de las personas mayores con dependencia funcional cuenta con ayuda constante, principalmente, de un familiar. A medida que aumenta el nivel de dependencia, también se incrementa la proporción de mujeres que ejercen labores de cuidado, pasando de un 75,8% para el caso de dependencia leve al 96,3% en casos de dependencia severa. 

Por ello, las residencias o Eleam cobran gran importancia, pero el acceso es complejo. A la escasa oferta disponible, se suman otros problemas como alta informalidad, falta de recursos y baja preparación profesional de los cuidadores, que en el 58% de los casos es autodidacta y ha aprendido de sus pares.

Una realidad país

Edgardo Fuenzalida, gerente general de Fundación Las Rosas, releva la importancia de la complementariedad de los servicios provistos por Eleam y la red de salud nacional, como una manera de subsanar los altos costos de los servicios médicos que son abordados actualmente por las instituciones: “Si uno habla en términos de costo, para nosotros mantener a una persona, a un residente, es de $1.350.000. De los cuales, $1.000.000 – $1.050.000 es el costo directo. Nosotros tenemos 2.000 personas para atender a los 2.200 [residentes a nivel nacional]”.

Con esto, es importante reconocer el potencial que puede aportar el mundo privado y las organizaciones de la sociedad civil para la solución al déficit crónico en plazas de cuidados institucionales, todo esto en complementariedad con los apoyos entregados por el Estado en materia de salud y servicios sociales.

La alta presencia de Eleam informales se ha dado como respuesta a la escasez crítica en oferta de cuidados de este tipo, sumado a la significativa cantidad de personas mayores en situación de vulnerabilidad social que no pueden acceder a la oferta privada con fines de lucro, generalmente, de mayor costo económico. Como comenta Edgardo Fuenzalida: “[…] Los más pobres, los que están bajo la pobreza, no tienen ninguna oportunidad. Y de alguna manera llegan a estas instituciones más chicas que de repente no cumplen con toda la normativa, pero efectivamente ofrecen un servicio”.

Frente a la escasez de oferta, la probabilidad de cerrar instituciones informales choca con la compleja reubicación de las personas mayores ahí atendidas: “Nadie las cierra [residencias informales] porque las necesitas y al final es eso, son residencias que se necesitan, que se están haciendo cargo de este problema social”, declara Soledad Alcalde, directora de Red Eleam, en el estudio.

Se consultó al Senama sobre este tema, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.