A sus 19 años enternece a los turistas con su voz cálida

De contextura baja, pero de una voz que se escucha a metros a la redonda la joven María Isabel Portolán Currieco, de 19 años, cautiva por estos días a los turistas que frecuentan la Plaza de Armas Benjamín Muñoz Gamero.

Está encantada con la recepción del público. Le hablan, la saludan y, lo mejor de todo, le dejan buena propina.

Por las tardes se instala en el principal paseo de Punta Arenas. Se posiciona a uno de los costados del monumento, con un computador que almacena las “pistas” del amplio repertorio que ofrece a su nutrido público.

Nacida en Punta Arenas. Estudió la enseñanza básica en la Escuela Padre Hurtado y la media en el Liceo María
Behety.

“Llevo más de diez años cantando”, comentó a La Prensa Austral. Con la voz privilegiada que saca en cada una de sus interpretaciones, es obvio que en el colegio fue siempre elegida para las veladas y
festivales.

Lleva menos de un mes cantando en la Plaza. Es la primera vez. Ha sido una experiencia muy enriquecedora para ella, sobre todo por el contacto con la “platea”.

“Tengo mi repertorio, pero a veces, cuando me piden algo especial y tengo la base la canto”, indicó.

Las rancheras son su fuerte, desde muy niña. “Pero ahora me he ido abriendo a muchos otros temas, ampliando el repertorio y sondeando estilos que le gusten a la gente”.

Los temas de Soledad Pastorutti y otros del cancionero latinoamericano no pueden estar ausentes.

“La gente se me acerca. Es muy acogedora. Una vino llorando a darme las gracias y me dijo emocionada qué linda es tu voz. Una niña me trajo un dibujo y otra una carta. La gente es realmente muy linda”.

Anhela viajar a Santiago y presentarse en un “casting” de programas de talentos musicales.

Por eso parte de la recaudación la guarda como “hueso santo” en una alcancía, esperando que se dé el día de viajar. En una ocasión anterior estuvo muy cerca de entrar a
The Voice.