Comienzo del ocaso de una generación política (II)

Aún teniendo en la retina las imágenes del funeral de Estado del ex Presidente Sebastián Piñera, ronda un pesar porque el entierro del ex mandatario representa, en rigor, el inicio del ocaso de una generación de políticos que, independientemente de sus afiliaciones ideológicas, compartieron una visión común de un Chile democrático y justo.

Esto ha sido reconocido por los mismos integrantes de este grupo, como el ex ministro José Miguel Insulza, quien declaró: “Mi generación se empieza a ir con Sebastián Piñera”.

La frase no es trivial, mucho menos cuando no se ve con claridad quiénes pueden ser las personas jóvenes que recojan la posta. Esto no sólo es un drama en la derecha, sino que en la izquierda y, sobre todo, en el centro político.

Esto también tiene un impacto en regiones, donde los representantes de la generación que luchó por recuperar la democracia han dejado de existir o están envejecidos y han perdido protagonismo.

En Magallanes, resulta dramática la ausencia de liderazgos políticos, salvo algunas honrosas excepciones.

También en nuestra región tuvimos nuestros propios Aylwin, Lagos, Insulza, Piñera, Allamand, Silva Cimma… Ellos lograron canalizar el interés ciudadano y contribuyeron significativamente a la construcción de la identidad regional. Su compromiso con las peculiaridades y desafíos de la región fue fundamental para consolidar la autonomía y el reconocimiento de Magallanes como una parte integral de Chile con características y necesidades únicas.

Este grupo coetáneo de políticos que ya comenzó a irse contribuyó significativamente a la construcción de la identidad regional en Magallanes. 

Su impacto en el desarrollo económico y social de Magallanes no puede subestimarse. Su liderazgo ha sido clave para impulsar iniciativas que han fortalecido la economía regional, diversificando las actividades productivas y fomentando la inversión en sectores estratégicos.

Estos líderes trabajaron incansablemente para descentralizar el poder y promover la participación ciudadana en la toma de decisiones. Han abogado por un mayor protagonismo de Magallanes en el diseño de políticas públicas y la asignación de recursos, reconociendo la importancia de empoderar a las comunidades locales.

La preocupación que embarga es que ni a nivel nacional ni regional se aprecia que el recambio vaya a ser exitoso, sobre todo a la hora de contar con personas con criterio formado y que no jueguen a la polarización del país como estrategia para lograr cambios.

Si algo quedó meridianamente claro en los funerales de Piñera es que la gran mayoría de los chilenos añora la política de los acuerdos, esa tan vilipendiada por muchos de los que hoy están en el gobierno y han debido comenzar a reconocer que estuvieron equivocados.