Necrológicas

Brigadistas forestales en la era de los incendios más frecuentes y devastadores

Por La Prensa Austral Sábado 17 de Febrero del 2024

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En un mundo afectado por el calentamiento global y la sequía, los incendios forestales se han vuelto más frecuentes y devastadores. Lo sucedido recientemente en la Región de Valparaíso ha sido dramático, con 132 fallecidos y personas desaparecidas y millonarias pérdidas.

Pero no ha sido un caso aislado. En Argentina, se quemaron más de 300 hectáreas de bosques nativos del Parque Los Alerces, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 

En este escenario desafiante, los brigadistas forestales emergen como verdaderos héroes, enfrentándose a las llamas con valentía y determinación. Sin embargo, la triste realidad es que, en algunos casos, estos incendios no son sólo producto de la naturaleza o algún descuido, sino el resultado de dolo e intencionalidad, lo que hace aún más urgente reforzar y apreciar estos servicios.

El cambio climático ha alterado significativamente los patrones climáticos, dando lugar a condiciones más secas y cálidas, propicias para la propagación de incendios forestales. Los brigadistas se enfrentan a un desafío creciente y cada vez más complejo, ya que deben lidiar con incendios más intensos y difíciles de contener.

Los brigadistas forestales, a menudo anónimos para la mayoría, desempeñan un papel crucial en la protección de nuestras tierras y recursos naturales. Su dedicación, coraje y sacrificio son ejemplos de verdadero heroísmo. Arriesgan sus vidas para salvar bosques, fauna y comunidades enteras. 

En la era de incendios más frecuentes, es imperativo reforzar los servicios forestales. Esto implica una inversión significativa en capacitación, equipamiento y tecnología que permita una respuesta más efectiva y rápida ante emergencias. Además, la creación de estrategias de prevención y manejo sostenible de bosques es esencial.

A nivel regional, el gobierno magallánico debería generar, junto con Conaf y los servicios públicos vinculados a este tema, una estrategia ad hoc que considere todas las pecularidades y singularidades de nuestra zona, amén de la vastedad del territorio y sus problemas de conexión y de difícil acceso.

Nuestras praderas y campos, al igual que los del resto del país, comenzarán a sufrir más por el aumento de la temperatura, la sequía, la disminución de lluvias y caudales lacustres y fluviales, haciendo más propenso el territorio a siniestros dramáticos.

Tenemos un enorme patrimonio natural que cuidar, por lo cual se requiere una inversión vigorosa a favor de la prevención y el fortalecimiento de las brigadas forestales.