Emprendedora magallánica crea mascotas con lana

•  “Lanas Nahuel” combina el rescate de tradiciones y el amor por los animales.

Son perritos y gatitos de lana, los que Lorena Nagüelquín, la emprendedora detrás de “Lanas Nahuel”, pone sobre una mesa para dar a conocer sus creaciones. Cada uno tiene unos ojitos oscuros que parece que te miraran. Recuerdan a Pinocho, con su hada azul y que los tocó y les dio vida. Cada uno es único, tiene su personalidad y su propia identidad, así hay algunos con su pelo emblanquecido por los años y otros que tienen esa mirada de “yo no fui”. 

Lo cierto es que su trabajo, hecho a mano, encanta a través de las redes sociales y a quienes durante las ferias artesanales se le acercan. También sus creaciones se han ido a otras regiones, de gente que se enamora y los pide, aunque el envío sale más caro que la mascota de lana.

“Lanas Nahuel” es un emprendimiento que nace de una mujer magallánica, hija y madre, que realiza productos personalizados hechos en distintos tipos de lana tales como pantuflas y peluches de mascotas, también hace paisajes y telares, y amigurumis de nativos, recordando sus propias tradiciones. 

Lorena admite que su casa es el lugar donde ocurre la magia, y es con su familia que nace cada nueva mascota, se crean las pantuflas (en las distintas tallas, incluso hasta la 48) y donde crea distintos paisajes, que son de lana magallánica, vellón que ella misma tiñe. Es por ello que puede tardar meses en un cuadro. “Y, es que es una creación propia y no es que lo copie de alguna parte, busco distintas ideas y voy probando, distintos diseños y cuadros”, puntualiza.

Para la confección de los perritos tiene distintos tipos de lana, son hipoalergénicas y hay algunas que las compra en la región, y otras las manda a pedir a Santiago para obtener un resultado de pelaje tiene que cepillar mucho la lana, la que luego trabaja en crochet, mientras muestra el proceso de cepillado y las distintas texturas que tiene la lana, que además matiza con otros tonos, para dar un efecto más realista.

Recuerda que cuando nació su hija comenzó a trabajar con tejidos, que entregaba en domicilios, a sus vecinas en el barrio 18 de Septiembre, quienes la apoyaron en sus primeros pasos y ahí surge el consejo de que postulara al Fosis. “El Fosis me entregó el capital inicial, me hicieron hacer cursos y podía llevar a mi hija. No tenía nada y ellos me entregaron todos los apoyos, y compré un montón de materiales, y así comencé”.

Su abuelita Lavinia Delgado Chiguay le enseñó a tejer. Lorena la admira mucho y de ahí, de su familia nace el amor por los animales. “Yo comencé de chiquitita y nunca pensé que algo que para mí era tan entretenido, se iba a convertir en mi fuente laboral”, sostiene, quien reconoce que emprender no es fácil y muchas veces ha buscado trabajos para complementar sus ingresos. 

Otro de sus trabajos son los amigurumis, que tienen un origen étnico y rescata la cosmovisión y el saber cultural propio de cada uno. Admite que ha postulado a la Conadi, para tener fondos para este trabajo, pero no le ha ido bien, tampoco en Sercotec (ya que tiene que tener ingresos mínimos que no tiene)

Quienes la quieran ubicar, la pueden buscar en redes sociales en Facebook donde aparece como “Lanas Nahuel Artelanas” y en Instagram como “Lanas Nahuel”.