Pensar y hacer gestión de tránsito y ciudad
Llegó marzo nuevamente y con ello se recupera la normalidad de los miles de desplazamientos que la ciudad genera cada día, pues vuelven las clases y los trabajos recuperan a sus muchos trabajadores con feriado estival.
Ya hemos dicho y la gran mayoría lo sabe, que somos una de las dos ciudades que tiene mayor densidad vehicular en Chile (junto con Iquique). Esta realidad obliga, con tal densidad vehicular, a tomar varias medidas y providencias. Sincronización de la semaforización por ejemplo. A propósito, hace años se promete la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) como las poseen las ciudades metropolitanas como Santiago, Concepción o Valparaíso y otras en vías “de” como Coquimbo y Antofagasta. Claramente, esta Unidad Operativa, es muy importante para una ciudad como Punta Arenas que tiene sus primeros síntomas de congestión vehicular en ciertos horarios y sentidos. Por otra parte, la agilización de la construcción de la Avenida Circunvalación (que viene muy lenta a pesar de necesitarse con urgencia) es otra de las medidas que podrían calificarse de cirugías mayores necesarias.
Por otro lado, el Minvu y los ministerios sectoriales (Mop y Transportes) con el trabajo coordinado con el municipio, deben prever otras vías que al menos debieran entrar en fase de diseño, como la doble vía de la Costanera (desde Pedro Aguirre Cerda hasta el límite urbano sur, es decir hasta el camino al Vertedero) o el rediseño de Ignacio Carrera Pinto u otras con orientación cerro-playa. Y pensando en vías playa-cerro o centro-sector alto, ¿no pudiera pensarse en etapas de pre-factibilidad en una vía que vaya sobre el río de las Minas? Qué rápida y expedita pudiera ser. Es cosa de chequear, medir y soñar con los pies puestos en la tierra. Cantidad o requerimiento de decenas de miles de viajes diarios hay en la ciudad. No sería un capricho.
Los grandes proyectos, siempre deben (y pueden) ir acompañados de proyectos de bajo costo y alto impacto, como se les suele llamar a los proyectos de mejoramiento en la gestión de tránsito. ¿Qué son estos? Son proyectos modestos en inversión y de una alta rentabilidad social y vial. Por ejemplo, terceras pistas, pistas de viraje a la derecha o izquierda. Por ejemplo en Avenida Bulnes, lloran terceras pistas de viraje. Un ejemplo es la pista de viraje a la derecha en Zenteno con Angamos o la pista de viraje para ingresar a Zona Franca. El no permitir doblar en cruces conflictivos es una sencilla y democrática forma de ordenar y hacer expedito el tráfico vehicular. Como se demuestra no siempre hay que generar mega obras para poder mejorar el flujo de tránsito. Una buena mixtura entre las grandes e ineludibles obras, ensanches, dobles vías, puentes y otros, junto con los semáforos, virajes, pistas de aceleración y desaceleración y tantas otras son necesarias que actúen en red y coordinación.
Por otro lado en una ciudad en materia de transporte, no sólo es pensar en el flujo vehicular y, pasar de un punto a otro, sino que otra de las materias fundamentales en lo que se refiere a centros de atracción (centro propiamente tal y microcentros como el polo Mall Hospital o Zona Franca) son el tema de los aparcaderos o estacionamientos. En este aspecto, por su carácter histórico y por tener en su área céntrica, los servicios públicos, básicos o de primera necesidad, los servicios bancarios, plazas de pago, trámite y una parte importante del comercio propiamente tal, es la necesidad de aparcaderos para quienes laboran en dicha área y para quienes concurren por servicios o adquisiciones (público general), que excede el uso del transporte público, ya sea por comodidad o porque este último no es capaz, ni cerca de proveer de las capacidades para movilizar a esta gran cantidad de personas. En este contexto, el que se vaya recién a tener un servicio de estacionamientos controlados (y contratado y/o adjudicado) recién a partir de mediados de abril o más (según lo que ha expresado la propia municipalidad) es un asunto que provocará ya, desde este mismo lunes un caos, pues quienes primero lleguen al centro, ocuparán dichos espacios por largas horas, no dejando opción viable de aparcar a quienes deban ir sólo por pocos minutos u horas. El hecho que se anuncie por parte del mismo municipio que se reducirán las plazas de estacionamiento, no hace sino poner bencina al fuego.
Esta medida, no sólo afecta al normal estacionamiento, sino que crea un stress innecesario en la ciudadanía motorizada (que es como ya vimos, la gran mayoría de la población) además de bajar la rentabilidad del servicio concesionado y con esto el retorno para el propio municipio.
Por último, y aunque nada tiene que ver con mejorar la gestión de tránsito, pero sí la seguridad en el tránsito, está la problemática de los animales sueltos en la calle (y con esto no me refiero a perros o gatos) sino a caballares y vacunos, que en estos últimos años se han hecho parte de la escena, provocando accidentes vehiculares, lesiones a personas y a estos propios animales, lo que no sólo pone en peligro a quienes circulan sino que genera una pésima imagen como ciudad.