Doctora que se adjudicó la beca de formación en oncología renunció al beneficio
- El único cupo fue tomado por Laura Gómez.
Hace poco menos de un año se lanzó una iniciativa inédita en el marco del convenio de programación del Ministerio de Salud con el gobierno regional que permitía financiar la formación de especialistas mediante una beca.
“Lo importante de este proyecto es que permitirá disminuir las brechas en especialidades primarias y secundarias que tenemos en nuestra red”, sostuvo María Paz Oyarzún, encargada de la unidad de formación de especialistas el año pasado.
Sin embargo, luego de que el único cupo fuera obtenido, ad portas de comenzar su formación este año, Laura Gómez López desistió del beneficio por razones personales.
Había sido una odisea logística y burocrática conseguir este plan, avizorado por las autoridades de salud como la opción con la que Magallanes podría contar con un segundo oncólogo para el área, que año a año aumenta sus pacientes. Coordinación con la Universidad de Magallanes, con el Ministerio de Salud, universidades de Santiago que abrieran cupos y sus rectores fueron algunas de las conversaciones llevadas.
Los requisitos no eran menores: contar con un título de especialista en medicina interna con, al menos, un año de desempeño en la especialidad y con contrato vigente en establecimientos dependientes del Servicio de Salud Magallanes. Debían estar certificados en esta especialidad de Medicina Interna e inscritos en el Registro de Prestadores Individuales de la Superintendencia de Salud. Quienes se encontraban en proceso de certificación, no cumplían el requisito.
Para el llamado del 2023, que tenía por objetivo comenzar su formación como oncóloga, la única postulante fue Laura Gómez López, quien se adjudicó la beca. Hija del médico internista Héctor Gómez, de vasta trayectoria en el Hospital Clínico de Magallanes. El año pasado se adjudicó la beca como única participante, pero a los dos meses desistió dado que, radicada actualmente en Santiago, no quería volver a Magallanes pese a tener a su familia en la región.
Fuentes al interior de Salud indican que este concurso incluso fue dirigido para que Gómez pudiera adjudicárselo. Pese a que habría sanción al abandonar dicho millonario beneficio, escapó del compromiso dentro del plazo de renuncia posible, esto es, previo a los dos meses de la adjudicación.
Su caso refleja la difícil realidad a la que se enfrenta el sistema de salud regional, en donde la única opción a mediano plazo que se avizora es la de la formación de un médico magallánico. Luego de que Gómez López desistió de este beneficio, el concurso quedó, finalmente, desierto y no existe médico internista alguno en formación bajo dicha beca que pudiera llegar a realizar su periodo asistencial obligatorio a la región actualmente.
Llamados futuros
Desde el Servicio de Salud Magallanes, Fanny Ros Garay, subdirectora Gestión y Desarrollo de las Personas, explicó que actualmente se está “esperando los lineamientos y cupos de becas con las universidades para ya ofrecerlos a fines del mes de marzo, donde vamos a considerar el cupo de oncología, que es nuestra brecha principal dentro de nuestra red asistencial”.