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“Este es un proyecto territorial, ya que tiene una superficie de intervención muy grande. Es evidente que tendremos impactos”

Sábado 23 de Marzo del 2024

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Rodolfo Rivero siente que está en una carrera de fórmula uno, Chile aún tiene una ventana de seis años para que la instalación del hidrógeno verde sea viable en Magallanes. Su proyecto ha tenido que contestar más de 20 guías medioambientales que van desde gestión de humedales hasta estudiar los potenciales impactos que tendrá la sombra generada por las aspas de los aerogeneradores en las veinte casas aledañas al proyecto Bahía Gente Grande. 

Rivero partió como consultor en Teg y hace un año asumió la gerencia de Medio Ambiente y Permiso. Conoce el Servicio de Evaluación Ambiental como la palma de su mano, ya que trabajó en él durante doce años.

-¿Cuáles son las dificultades que el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental ha puesto para el funcionamiento del H2V? 

-“Uno de los principales problemas, sino que en general en la administración pública, es la discrecionalidad. Tenemos la normativa y después todos los ámbitos discrecionales, por ejemplo, cómo  y cuál es la profundidad de la aplicación de las guías”. 

-¿Cómo usted ve el tema de la reforma a la permisología?

-“Lo que nos convoca a nosotros es que los cambios no nos afecten en el trayecto de lo que ya hemos planificado, eso es fundamental (…) ojalá el cambio venga a acortar los tiempos (…) A mi juicio, dado que tenemos un horizonte de 6-7 meses para la presentación al Seia, estos cambios, por lo menos a Teg Chile, no deberían afectarlo mayormente”. 

-¿Comparten la posición de la presidenta de la Asociación de H2V de que sin concesiones marinas el hidrógeno verde no es viable?

-“Si uno tiene un puerto en un proyecto, necesita una concesión marítima y nosotros tenemos dos puertos”. 

-¿Cómo va eso? 

-“Se solicitó hace un año (…) Entendemos que vamos a empezar el Sistema de Evaluación Ambiental sin la concesión autorizada”.

El proyecto

Bahía Gente Grande contempla la construcción de 460 aerogeneradores, dos puertos, uno enfocado en la descarga de aerogeneradores y el segundo para la exportación del amoniaco verde, una planta desaladora y otra productora de amoniaco verde. 

Teg se instalará en Tierra del Fuego y tendrá un costo de 7.000 millones de dólares. Se espera que, de al menos 600 empleos directos, 750 indirectos en etapa de operación y casi 6.000 puestos de trabajo como máximo, en la época peak de construcción.

-¿Cuándo ustedes pretenden ingresar al Sistema de Evaluación Ambiental? 

-“A mediados de septiembre pretendemos ingresar”. 

-¿Cuáles van a ser los potenciales impactos medioambientales de la instalación del proyecto Bahía Gente Grande? 

-“Ahora estamos en la etapa del levantamiento de información de la línea base y estamos realizando modelaciones de ruido atmosféricas”. 

“(…) A mí juicio este es un proyecto territorial, ya que tiene una superficie de intervención muy grande. Teg tiene 39.000 hectáreas arrendadas, es evidente que tendremos impactos y por eso nos vamos directamente a un estudio de impacto ambiental”.

-¿Cuáles son estos impactos? 

-“Todavía no lo tenemos claro porque estamos justo en esta etapa de transición, pero va a haber impacto paisajístico (…) Estamos en una zona en que su orografía es plana, alturas máximas al fondo de 500 metros y vamos a instalar aerogeneradores de 200 metros (…) vamos a intervenir directamente del orden de las 1.800-2.000 hectáreas. Entonces hay que contemplar un plan de manejo de suelo”. 

-¿Qué impactos habrá en término de rutas de aves? 

-“No me atrevo a adelantarlos, pero en el caso de las aves ya estamos obteniendo resultados de las direcciones de vuelo, principalmente cerca de los cursos de agua. Entendemos que las  aves, no sólo para el proyecto, sino que para la comunidad son un factor relevante hay que tener buena información. Llevamos un año y medio realizando estudios de observación y validaremos esto con un radar”. 

“Hasta ahora pareciera no haber rutas de vuelo que atraviesen el proyecto y vayan hacia otros sectores”.

-¿Cómo pretenden mitigar los potenciales efectos que tenga una planta desaladora o el ducto de succión? 

-“Hicimos un levantamiento de 37 puntos de muestreo (…) Tenemos la caracterización de la calidad de agua, fitoplancton, zooplancton. Ahora estamos en el diseño de ingeniería para determinar qué filtro poner. Hay que hacer un estudio de corrientes también, porque hay corrientes mínimas para instalar las captaciones”. 

“En Chile la tecnología de las plantas desaladoras no permite la remoción más del 40% de la sal. El resto es un descarte un poco más salado, pero sigue siendo líquido, porque para la gente, cuando escucha salmuera, se imagina una sopa muy espesa o casi un concentrado de sal (…) No es así es un residuo líquido que va con mayor concentración de sal y se debe diseñar el mejor difusor para que no genere impactos”. 

-¿Durante el proceso de estudio se han encontrado hallazgos paleontológicos? 

-“Ya está terminado el análisis paleontológico y en algunos sectores que se han excluido ya hemos tenido hallazgos de fósiles”. 

-¿Cómo cuáles? 

-“Hemos encontrado cuando trozos de piedra que se ocupaban como puntas de lanzas (…) El criterio de nosotros es que, si tenemos un sitio arqueológico, nos cambiamos de ubicación y mandamos de nuevo a los arqueólogos entonces hemos tratado de minimizar esos impactos”.