Umag y universidad de Brasil renuevan convenio de colaboración
Hace más de una década que investigadores de la Universidad de Magallanes (Umag) y de la Universidad Federal de Pelotas, del estado de Río Grande do Sul en Brasil, mantienen un estrecho trabajo colaborativo que, incluso, permitió que cuatro estudiantes de post doctorado realizaran sus prácticas de tesis en la región magallánica.
La vigencia de esta colaboración, que busca potenciar la movilidad de los estudiantes magallánicos a Brasil y viceversa, fue destacada en el encuentro sostenido entre la rectora (s), Anahí Cárcamo, con el doctor en química de la mencionada universidad carioca, Claudio Pereira. También asistieron al encuentro la vicerrectora de Investigación, Innovación y Postgrado, Claudia Estrada y los académicos investigadores Umag, Andrés Mansilla, Máximo Frangópulos y María Soledad Astorga.
Durante la cita se coincidió en la necesidad de avanzar en un convenio marco que potencie aún más el vínculo colaborativo que data de 2012. Al respecto, Anahí Cárcamo dijo que ya existe un trabajo en colaboración en el área de la investigación, en el tema de macroalgas, a través de intercambios que hay entre académicos investigadores desde las dos universidades.
“Eso para nosotros es importante y queremos seguir fortaleciendo, pero también a través de la creación de un convenio quisiéramos extenderlo hacia el área de pregrado y posgrado y realizar aquí un intercambio y un contacto entre los distintos departamentos afines entre nuestras facultades y las facultades que tienen ellos allá”, expresó Cárcamo.
El académico brasileño Claudio Pereira valoró el trabajo que se ha desplegado hasta ahora con la Umag y que se ha traducido en varias publicaciones científicas ligadas al análisis de macroalgas para el área farmacológica. Añadió que hay mucho por trabajar en la biotecnología, bioquímica, química y odontología desde la Universidad de Pelotas.
Luego destacó la importancia que ellos le otorgan a trabajar con la Umag por su cercanía con la Antártica y por ubicarse en la zona subantártica donde existe una naturaleza especial de algas para explorar de forma ambiental la biotecnología. “Hacer investigaciones de más fármacos, de otros productos que pueden transformar una materia prima tan rica como las algas en otros productos. Y así, quizás, empleo en industrias farmacéuticas o tener su propio uso”, concluyó Pereira.