Casi 500 observaciones fueron presentadas por la ciudadanía al estudio de impacto ambiental del proyecto Faro del Sur
El pasado 27 de marzo se cerró el proceso participativo del Estudio de Impacto Ambiental correspondiente al proyecto “Parque Eólico Faro del Sur”, en donde se registraron casi 600 observaciones ciudadanas. El proceso fue llevado a cabo por 52 personas de la sociedad civil, ejerciendo su derecho a incidir en la identificación de los impactos que traerá el proyecto, así como en sus medidas de mitigación asociadas.
Inicialmente se buscó dimensionar las cifras que propone el proyecto. En su definición, “Faro del Sur consiste en la construcción y operación de un parque eólico con una potencia nominal de 384 MW y una vida útil proyectada de 29 años, conformado por 64 aerogeneradores de tres palas, que se distribuirán en una superficie predial total de 3.791 hectáreas aproximadamente. Cada aerogenerador ocupará una superficie en promedio de 657,17 m2, tendrá una altura total de 200 metros, y estará compuesto por una torre de 115 metros de altura de buje y un rotor de 170 m de diámetro”.
El Panel Ciudadano de Hidrógeno explicó que para dimensionar estas cifras hay que considerar que la envergadura de una potencia nominal proyectada de 384 triplica la capacidad total instalada a 2023 por parte de Edelmag (122 MW) y supera con creces la que presentan los actuales 10 parques más grandes de Chile, según el Ministerio de Energía. En cuanto a la altura de los aerogeneradores, 200 metros equivalen a un edificio de 60 pisos; mientras que la superficie promedio de 657 m2 por generador, a un auditorio con alrededor de 800 personas.
Hif Global y Enel Green Power expusieron impactos significativos en el valor paisajístico actual, por su intrusión e incompatibilidad visual, además del aumento en su nivel de artificialidad. En dimensión geográfica del medio humano, admite que alterará los tiempos de desplazamiento por la Ruta 9 Norte, debido al transporte de carga sobredimensionada.
Residuos, vertebrados y relieves de origen glacial
La mayor parte de las observaciones ciudadanas se concentró en el manejo de los residuos, en el impacto en las distintas especies de avifauna, en la importancia patrimonial de las formaciones geológicas, y en el aporte a las políticas públicas, principalmente, regionales.
En cuanto a Emisiones, Cantidad y Manejo de Residuos, las empresas declaran que la gran mayoría de los residuos domiciliarios será reciclable, sin mencionar acciones para discriminarlos ni reciclarlos, y sin ajustarse a la jerarquización en el manejo de residuos exigida tanto en la Ley 20.920, como en la Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040.
En consecuencia, se solicita indicar qué elementos serán reciclables; cuál es su producción mensual estimada por categoría en las distintas fases, y cómo debiera almacenarlos de manera segregada. Acerca de la disposición final, se requiere detallar la forma en que evitará agudizar el actual colapso del sistema comunal de manejo de residuos, que declaran como destino.
En cuanto a los Residuos Peligrosos, se precisa saber a qué relleno de seguridad autorizado se destinarán, considerando que en Magallanes no existe ninguno como el que comprometen; cuáles serán los sitios de disposición final fuera de la región, y cuál es el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero y de material particulado anual, vinculadas a la exportación de residuos generados por su operación. Por último, también advierten la ausencia de información respecto del destino de las 64 torres y, a lo menos, 192 aspas, correspondientes a Residuos de la Fase de Cierre, al cabo de los 29 años de operación.
Otro de los aspectos más observados fue el radar que el proyecto considera en su diseño, como una herramienta crucial para garantizar que sean “improbables” los impactos por colisión sobre la avifauna, producto de la operación de la planta. En síntesis, se cuestiona la efectividad de un equipamiento cuya ubicación (al centro del parque), cantidad (sólo uno) y funcionamiento, no han sido probados en la región ni en la zona del proyecto. También se pide demostrar su efectividad, a partir de un estudio detallado con fundamentos consistentes, y argumentar por qué no aplican la guía “Alcances y principios metodológicos para la evaluación de los impactos ambientales” del Sea (2023), que impide utilizar la “probabilidad” para determinar cuán significativo es un impacto.
Respecto a la predicción y evaluación de impactos ambientales en geoformas del sector por intervenir, las empresas dicen que “no se han identificado sitios de interés geológico, oficialmente reconocidos, en el área de emplazamiento del proyecto”. Sin embargo, recientes avances en los estudios patrimoniales, e instituciones como Enap, Inach y Sernatur, afirman que los drumlins o montículos de sedimento glacial, son lugares de interés geológico en la Patagonia Austral.