Necrológicas
Del jardín infantil Telenke, ubicado en Cerro Castillo

Niños de Torres del Paine viven el medio natural como un elemento fundamental del aprendizaje

Jueves 2 de Mayo del 2024

Compartir esta noticia
81
Visitas

Los niños del jardín infantil Telenke, de la comuna de Torres del Paine, viven el medio natural como elemento fundamental del aprendizaje, gracias al trabajo del equipo pedagógico de la Junji. Cada instancia en contacto con la naturaleza es un medio significativo para aprender.

Una de las salidas pedagógicas fue en el entorno natural en la villa Cerro Castillo. Participaron de la experiencia de aprendizaje los párvulos Antonio Antinopai Cárcamo, Mia Soto Velásquez y Arturo Kroeger Orellana. Acompañaron la actividad el equipo educativo conformado por Vanesa Carrasco Carrasco, Karla Oyarzo Barría, Doris Ossandón Olmos y Claudia Candia Molina.

El nombre Telenke, que significa “Pequeño” en lengua tehuelche, encapsula la esencia de este establecimiento formativo de la temprana edad, donde cada niño es visto como un explorador en un vasto mundo de descubrimientos.

Bajo la dirección de la educadora Claudia Candia, el equipo pedagógico reconoce la importancia de este entorno en constante cambio, especialmente durante la temporada alta de turismo, cuando la comunidad recibe un flujo adicional de visitantes y el paisaje se transforma con la llegada de la primavera y el verano.

Telenke actualmente consta de una matrícula de tres párvulos, de nivel medio mixto y sus edades fluctúan entre los dos años y los tres años. Este es un jardín que está rodeado de una pampa muy amarilla y de casas blancas con techos rojos.

“Es una comunidad pequeña y la educación se basa en un contacto directo con el medio ambiente y con la cultura local del entorno”, explica la directora.

Agrega que como establecimiento trabajan con un sello educativo es el sello socio-nacional medioambientalista.

De esta manera, el objetivo del trabajo de las comunidades educativas es que los niños afloren sus emociones y en respuesta de ellos se conmuevan con el entorno y generen habilidades para cuidar el medio ambiente, para ser concientes del medio ambiente y cómo cuidarlo.

El establecimiento lleva en funcionamiento dos años.

La directora dice que la mayor motivación educativa es “conmover emocionalmente a nuestros niños, abordando su inteligencia emocional y vinculando también este mundo interior que tienen con las sensaciones que les produce estar en contacto con la naturaleza”.