Necrológicas

– Jorge Luis Veas González

Un “paísadizo” jugando con fuego

Por Diego Benavente Viernes 10 de Mayo del 2024

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Conforme a las últimas acciones que ha vivido Chile, con el secuestro y asesinato del teniente Ojeda y recientemente el alevoso asesinato de los tres carabineros mártires, una hipótesis factible es que en el país pueden existir las facilidades para que operen células paramilitares mercenarias, las que conforme a los distintos actos ocurridos, instaladas o no, de pronto se activan entrando y saliendo del país como Pedro por su casa. Basta con sólo mirar la evolución de los hechos y sus investigaciones, sin que ninguna institucionalidad actúe a cabalidad para tratar de impedirlo. Pareciera fácil para una mafia cualquiera o un grupo subversivo determinado, poder convenir con alguna de estas células fantasmas, libres de identidad, de polvo y paja que operan sobre seguro y quien sabe si aún algunas de ellas responden al Tren de Aragua o al Cartel de los Soles. Reafirmando lo expresado en un matutino, para Ricardo Brodsky esto “es un ataque de carácter paramilitar y difícilmente Carabineros puede hacerse cargo”.

Es uno de los peores, sino el peor acto de violencia terrorista ocurrido en el país, el deleznable crimen de los carabineros como lo expresa el fiscal Roberto Garrido “fue una demostración de fuerza y control territorial”. Que duda cabe, el gran desafiado fue precisamente el Estado, por las facilidades que se da, entre otros, en las fronteras, parecemos un “Paísadizo” (país pasadizo). Así el historiador Fernando Wilson en un vespertino capitalino señala los riesgos involucrados con los flujos migratorios irregulares explicándolos en “la porosidad de nuestra frontera norte y el problema que hemos tenido con delincuentes que tienen facilidad para ingresar y egresar ilegalmente de forma regular y continua”. Por su parte y en la misma línea, el excanciller Teodoro Ribera en un medio digital señala que “nuestro país se ha convertido en un foco circular de la violencia, un pasaje por donde ingresa y luego sale a otros países”.

Todo esto en particular y la situación general que ha estado viviendo el país los últimos años, me hizo recordar un recorrido visitando Santiago, que hice en febrero de 2020, donde pude constatar los cuantiosos y graves estragos después del estallido social en la zona cero de la Plaza Baquedano o Italia en Santiago. Ahí pude comprobar que esta se vio violentada y destruida prácticamente en todos sus inmuebles, a un par de cuadras a la redonda, solo se salvaron muy pocos y en la primera cuadra de Vicuña Mackenna que sufrió los mayores embates de la primera línea, hubo unos pocos y uno en especial que se salvó jabonado o quizás fue por pituto. Este inmueble curiosamente pertenece nada menos que a un partido importante de gobierno, que disfruta de tener un pie en la Moneda y otro en la calle. El mismo que encabezado por su presidente, pese a no ser parlamentario por la zona, no titubeó en ubicarse en los tiros de cámara detrás del Presidente y las ministras el día del asesinato de los tres carabineros. Parecía ser el apoderado, comisario o adulto en el lugar que quiso acompañar a las ministras cuidando que no se les fuera a ocurrir salirse del libreto acordado. Jugar con fuego es peligroso y en política lo es mucho más.