Resurgimiento del ajedrez infantil

El ajedrez, un juego milenario que ha fascinado a mentes brillantes a lo largo de la historia, está experimentando un notable resurgimiento entre los más jóvenes. En muchas escuelas, tanto en Chile como en el resto del mundo, se están promoviendo programas de ajedrez infantil que buscan aprovechar los múltiples beneficios que este deporte intelectual ofrece para el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes.

Magallanes no es la excepción y es así cómo se ha apreciado en los últimos años una creciente incorporación de niñas y niños en la práctica de esta disciplina. El buen resultado obtenido por la delegación magallánica en el último Campeonato Nacional de la Niñez y Juventud es prueba de los frutos que este esfuerzo está rindiendo. 

Doce representantes regionales exhibieron su talento desde la categoría sub-8 hasta el grupo sub-18. Un campeón y una vicecampeona nacionales fueron el corolario de dicha participación, además del buen desempeño y entusiasmo que demostraron los otros niños y adolescentes magallánicos que nos representaron.

Incorporar el ajedrez en el currículo escolar no es simplemente una cuestión de enseñar a jugar; es una estrategia pedagógica que puede transformar la manera en que los estudiantes aprenden y se desarrollan. Este juego de estrategia fomenta habilidades cruciales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la planificación a largo plazo y la toma de decisiones informadas. En un tablero de ajedrez, los jóvenes aprenden a prever las consecuencias de sus acciones, a adaptarse a situaciones cambiantes y a perseverar ante los desafíos.

Es vital que el ajedrez se imparta equitativamente tanto a niños como a niñas. Tradicionalmente dominado por hombres, el mundo del ajedrez está abriendo sus puertas cada vez más a jugadoras talentosas que demuestran que la habilidad en este juego no tiene género. Fomentar la participación de niñas en el ajedrez desde una edad temprana contribuye a romper estereotipos de género y a promover la igualdad en el ámbito deportivo y académico. La visibilidad de modelos a seguir, como las campeonas internacionales, también inspira a más niñas a participar y a destacarse en este campo. Cabe recordar a nuestra Giovanna Arbunic, considerada como una de las mejores ajedrecistas chilenas.

El ajedrez ofrece beneficios que van más allá del ámbito académico. Este deporte enseña valores como la disciplina, la concentración, la paciencia y el respeto por el oponente. Los estudiantes aprenden a manejar la presión y a aceptar la derrota como parte del proceso de aprendizaje, lo que fortalece su resiliencia emocional. Además, el ajedrez puede ser una excelente forma de integración social, ya que fomenta la comunicación y la colaboración entre los jugadores.

El resultado obtenido por nuestros niños, niñas y adolescentes en el último campeonato nacional ha sido el mejor registrado en más de 20 años. Ello demuestra que las capacidades y habilidades están allí, pero que se requiere padres y madres comprometidos, colegios, clubes y maestros que acojan y guíen a estos deportistas y a toda una comunidad que quiera invertir en esta disciplina, pensando en todos los beneficios que ella tiene para quienes la abrazan.