Hans Sporman Nahuelhuaique, el joven magallánico sordo que se tituló de profesor y que ahora va por un magíster

En la tranquilidad de Puerto Montt, un joven de 28 años se ha convertido en un líder de la educación inclusiva. Su nombre es Hans Sporman Nahuelhuaique, profesor de Educación Diferencial y usuario de la lengua de señas. El joven inició una nueva etapa en su vida académica al ingresar al magíster de Atención a la Diversidad en Contextos Educativos (Madce) en la Universidad Austral, sede Puerto Montt. Su viaje, sin embargo, comenzó aquí, en las frías tierras de Punta Arenas.

Hans Sportman nació y creció en Punta Arenas, donde desde pequeño mostró una determinación única para superar las barreras que la vida presentó. “Estudié en la Escuela Padre Hurtado en Punta Arenas”, relata Hans a través de su intérprete. “Tuve que esforzarme mucho, pero, gracias al apoyo de una profesora de educación básica y de mis compañeros que sabían lengua de señas, logré finalizar con éxito mi colegiatura básica”.

La enseñanza media la cursó en el Insuco. Aunque se enfrentó a nuevas dificultades, Hans nunca se dio por vencido. “Fue un poco más difícil porque era un nuevo curso. El aprendizaje, el compartir con estudiantes de distintas escuelas, pero seguí adelante y estudié hasta lograr un futuro técnico-profesional y luego ir a la universidad”.

Con una meta clara, Hans se trasladó ilusionado hasta Puerto Montt para estudiar Pedagogía en Educación Diferencial con mención en Trastornos de Audición y Lenguaje en la Uach. Se convirtió en la primera persona sorda en titularse en la sede de la Uach en Puerto Montt, un logro significativo no sólo para él, sino para toda la comunidad sorda estudiantil. “Quise dar el siguiente paso y desde este año regresé a mi alma mater. Soy parte de la Escuela de Graduados de la Uach sede Puerto Montt, donde nuevamente esta universidad se convierte en mi segunda casa”, dice Hans, reflejando su satisfacción.

Además de sus estudios, Hans colabora con un proyecto de investigación Fondecyt sobre la educación inclusiva desde las epistemologías sordas y trabaja como profesor diferencial en la Escuela de Pellines.  “El motivo por el que me postulé al programa de Magíster en Atención a la Diversidad en Contextos Educativos se relaciona con el enfoque de la educación inclusiva en la sociedad, especialmente en el rol del profesor de educación diferencial”, explica.

El apoyo incondicional
de su madre

María Nahuelhuaique, madre de Hans, ha sido un pilar fundamental en su vida.

“Desde niño, siempre lo he animado y motivado diciéndole que no hay nada que no se pueda hacer”, comenta con orgullo. Recuerda los primeros años de Hans en el jardín y la escuela, enfrentando las dificultades de ser un niño sordo en un entorno que no siempre estaba preparado para recibirlo.

“Él siempre fue sordo. Perdió la audición cuando tenía un año y medio”, relata María. “Fue un poquito difícil ingresar al colegio en ese tiempo, pero se pudo. Hans fue el primer niño sordo en la Escuela Padre Hurtado, y eso abrió puertas para otros niños sordos que vinieron después”, dijo.

El apoyo de su madre ha sido constante, incluso cuando Hans decidió mudarse solo a Puerto Montt para estudiar en la universidad. “Lo crecí de forma independiente para que él pudiera sobrevivir solito, porque uno nunca sabe”, dice María, destacando la importancia de la independencia y el esfuerzo en la vida de su hijo.

Un futuro prometedor

Hans sueña con crear un proyecto que motive tanto a estudiantes como a profesionales en el ámbito educativo, promoviendo una educación inclusiva que facilite la interacción entre personas sordas y oyentes. “Me gustaría trabajar en una institución de educación superior, donde pueda impartir clases a estudiantes universitarios”, expresó Hans.

Su madre, por su parte, ve un futuro brillante para él. “Pienso que seguiré avanzando, tal vez hacia un doctorado. Siempre le ha gustado estudiar y quiere seguir creciendo”, comenta María, llena de orgullo por su retoño.

Hans Sporman no sólo es un pionero en su campo, sino también una inspiración para las futuras generaciones. “Me complace dirigir un mensaje especial para invitar a los futuros estudiantes sordos y oyentes. En nuestro Programa de Magíster en Atención a la Diversidad en Contextos Educativos, la verdadera vocación es que cada estudiante sea creativo y evidencien sus objetivos a través de experiencias que los acerquen a cumplir sus sueños”, finaliza Hans, dejando claro que su camino apenas comienza y que está listo para abrir nuevas puertas hacia un mundo más inclusivo y comprensivo.