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Retoman Plan de Alfabetización con cinco grupos: en Magallanes más de tres mil personas no leen, ni escriben

Lunes 29 de Julio del 2024
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  • La historia de Hilda Miranda, de 65 años, quien tan sólo cursó estudios hasta primero básico.

 

“Quienes asisten al programa son personas que siempre se han postergado por otros (padres, hermanos, hijos…), y sus sueños quedan ocultos y hasta olvidados. Entonces, ser parte de un sueño o del propósito que cada estudiante tiene, me llena el alma”, señala Paola Morales Pacheco, psicopedagoga y monitora del plan de alfabetización, quien da cuenta del trabajo que ha realizado con decenas de personas que no han terminado sus estudios, que no leen, ni escriben o que nunca terminaron su cuarto básico.

Ella es una de las profesionales que participa como monitora del plan de alfabetización, iniciativa educativa, llevada a cabo por el Ministerio de Educación. Su objetivo es que las personas tengan la oportunidad de asistir a clases para desarrollar sus habilidades de lectura, escritura y matemáticas.

Esta es una realidad mucho más frecuente de lo que parece y es que, aunque muchas personas sienten vergüenza y no reconocen que no han terminado sus estudios, a través de la Casen se sabe que, en Magallanes, más de tres mil personas no leen, ni escriben y cerca de 40 mil no han terminado su enseñanza media.

La monitora confiesa que este plan lo conoció buscando información sobre exámenes libres por internet, que era un favor que le habían pedido. “Me apareció la publicidad, así que hice click a la imagen y comencé a leer de qué se trataba. Mientras leía recordé que hace 10 años había participado de un voluntariado para enseñar a leer y a escribir en las tomas de Alto Hospicio en Iquique, fue una experiencia muy linda, así que quise volver a repetirla aquí en Punta Arenas y me inscribí como monitora”, dijo Paola Morales. Este es su tercer año como monitora y espera que no sea el último.

Siempre le gustó la idea de ser un agente de cambio, por eso es que para ella participar en este programa es súper importante, porque con este plan procura mejorar la calidad de vida y oportunidades en las personas que no han sido alfabetizadas o que por circunstancias de la vida no pudieron terminar su proceso de alfabetización.

“Conversamos y nos reímos harto. Uno trata de que la relación sea lo más horizontal posible porque estamos entre adultos, es otro contexto, otro espacio fuera de la escuela o la educación formal. Al principio cuesta esta relación porque en los estudiantes está el concepto jerárquico e individualizado de profesor-estudiantes, el profesor adelante de la pizarra y ellos en línea frente a la pizarra. Acá no es así, nos sentamos todos juntos, todos nos vemos a los ojos, compartimos y nos ayudamos”, señala.

El sueño de volver a estudiar

Una de las personas que volvió a estudiar es Hilda Miranda Mayorga, tiene 65 años y trabaja como comerciante ambulante. Relata que estaba haciendo un taller para aprender manualidades, era un curso de esos que realiza el Programa Jefas de Hogar y fue en ese contexto que la encargada la llamó, le dijo que se había abierto un programa de alfabetización. “Me llamaba para preguntarme si quería estudiar, aprender a leer y a escribir. Así que les dije que sí. No lo pensé”.

Sobre las clases, la estudiante indica que “han sido buenas, me gusta todo, cómo enseña, lo que nos enseñan, me gusta todo lo que hemos aprendido en este poco tiempo. Aquí podemos hacer las cosas con más calma, la monitora nos tiene paciencia para enseñarnos y respeta nuestros tiempos para aprender, no nos anda apurando, porque algunos profesores en la escuela escriben en la pizarra y uno no alcanzaba ni a escribir y ya borraban todo para pasar la siguiente materia”.

Hilda Miranda vivía en el campo (en la Región de Los Lagos) cuando era niña y sólo cursó hasta primero básico y no siguió estudiando porque la escuela quedaba a 5 kilómetros de su casa.

“Volver a estudiar significa mucho para mí porque puedo hacer muchísimas cosas con todo lo que voy a aprender, como sacar mi licencia de conducir, que es lo que a mí me interesa y en lo que estoy enfocada este momento”, complementó.

Las actividades del Plan de Alfabetización son totalmente gratuitas. El Ministerio de Educación entrega los textos y materiales para las clases. Quienes aprueban el curso reciben el certificado de primer nivel básico de educación de adultos, equivalente a 4° año básico. Este certificado permite continuar estudios en los establecimientos que entregan educación para jóvenes y adultos de todo el país, así como en la modalidad flexible de nivelación de estudios.

El Plan se retoma luego de un largo receso. En 2020 fue el último año que se ejecutó. Este año se lograron recursos para que se ejecute un piloto, el cual está trabajando con 5 grupos en Punta Arenas. En Puerto Natales, se retomará con un grupo de alfabetización, el cual trabajará en Fundación Prodemu, desde este mes hasta diciembre.

 

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