Semiserio: los intentos de Trump por robarle el eslogan al “Sapito”, el avión de los polis y la operación para defender el estrecho

Lo dijimos la semana pasada: Magallanes entró de lleno en la internacionalización y, asumiendo tal escenario, ya viene siendo hora que en los mentideros de la ciudad, en los cafecitos matinales con milcao en más de alguna oficina pública y en los almuerzos del día domingo en casa de mamá dejemos de pelar al rucio alcalde por eso de los hoyos de la calle, los animales sueltos, el agobio de los funcionarios del Cesfam Bencur y otros temas menores.

¡Qué nos importa si tal o cual candidato se puso manga gástrica o si Karim sigue lanzando las cartas!

Ya es hora de elevar el nivel de conversación y de dejar de ser descreídos con eso del túnel subterráneo y aceptar que nuestro gobernador es un loquillo soñador que quiere ver convertida a Magallanes en la Dubai del austro.

Vamos a tener que suscribirnos al The New York Times, al Washington Post y/o, al menos, a El País. Dejar de seguir al “Patito” en ITV o a Xexin en el Penguin y hacer zapping por BBC Mundo o CNN en inglés. También el canal en español RT debe ser un imperdible, por eso de la naciente amistad del tenor “Nacho” Gómez con Putin.

Así las cosas, deberíamos tener nuestra propia opinión sobre el debate presidencial en Filadelfia y coincidir con que Kamala Harris dejó out a Donald Trump. Por algo, el mentirosillo ya no quiere más un cara a cara. Claro, era re fácil lucirse frente a un adormilado y medio ido, Joe Biden. 

Con Kamala es otra cosa, mariposa. Si hasta los haitianos están en pie de guerra contra él por sus acusaciones de que están comiendo las mascotas de las familias norteamericanas. ¡Fuertes imputaciones, Donald!

Operación a lo chilensis

Y si de Tío Sam se trata, la semana pasada pasamos revista a las operaciones grandilocuentes de Gringolandia, con eso de Operación “Tormenta del Desierto” o “Tridente de Neptuno”. Todo, a raíz de la mentada “Gran Operación Resguardo del Estrecho de Magallanes”, que se dijo que querían realizar conjuntamente con Argentina en nuestras propias barbas. Eso fue negado por ambos países, pero nuestros defensores de la Patria no se quedarán esperando la invasión de nuestras aguas y montaron su propia operación: “Guerrero Austral”. Nada que envidiarles a las fuerzas británicas que recuperaron las Malvinas/Falkland ni a los Navy Seals norteamericanos.

Por eso, tampoco pareció raro que, pese a haber tenido oposición inicial, el Consejo Regional haya dado su apoyo al avión de Carabineros. ¿Quién dio vuelta el debate? ¿Rispoli? ¿“Toño” Bradasic? ¿O el republicano Riquelme? No, señores, fue un desconocido Magdiel Guerrero, consejero de Ultima Esperanza, el que doblegó los pareceres. Dicen que el hermano de Hermosilla ya le echó el ojo para que el médico apoye la defensa del otrora encumbrado leguleyo en Santiago.

Y, mientras todo esto pasa, Verito se reunió con la mismísima Bachelet y Dani Arecheta recorrió medio Tierra del Fuego con Gloria Hutt. 

Son tiempos de campaña, tiempos furiosos… Pero, señores, el estrecho es nuestro. 

“¡Pégate un salto!”

Dejemos las escaramuzas militares y volvamos al enfrentamiento electoral. Dicen que el blondo expresidente de Usa está insospechadamente mirando hacia el sur. Más precisamente, hacia Punta Arenas.

Es que los tiempos electorales permiten aguzar el ingenio y las grandes agencias creativas se hacen el pino. Ni preguntar cuántos “verdes” se estarán embolsando en Washington u otro lugar quienes estén asesorando a Trump o a Harris. Se estudian posturas, imposturas, expresiones, colores y, sobre todo, risas, sonrisas, palabras y eslogan.

El exmandatario y su equipo de asesores astutines saben que, si no dan con un creativo que le permita contrarrestar la fuerza de Kamala, Trump se quedará con las ganas de volver a la Casa Blanca. Además, su verborrea ya le está pasando la cuenta y, al menos, ya no cuenta con los votos de los haitianos (por eso de come-mascotas). Para algunos, Trump derechamente sufre logorrea, trastorno de la comunicación, a veces clasificado como enfermedad mental, caracterizado por una locuacidad incoherente. 

Lo cierto es que el hombre, desesperado como está, fijó el ojo en una poderosa campaña electoral que se está desplegando en Magallanes, fruto de un trabajo creativo que está detrás de la candidatura… de Alfredo “Sapo” Vera. El pobre, pese a no tener ni un peso, no se achica. Su campaña no tiene nada que envidiarle a la de los presidenciables estadounidenses, y, sin tener el apoyo financiero del PS, montó una estrategia y se jugó por  una imagen de campaña y un ocurrente eslogan que alude a una de las características del anfibio anuro: “¡Pégate un salto!”. 

“¡Pegate un salto!”, una genialidad. ¡Grande, “Sapito”!

Pero, el hombre radial tiene que irse con cuidado. Dicen que Trump quiere robarle el eslogan, dejará su “Haremos a EE.UU. poderoso de nuevo” (“Make America Great Again”) por “Take a leap!”, lo que en español signfica: “¡Pégate un salto!”. Pero, ¿cómo? No es ese el eslogan de Alfredo.

Bueno, lo cierto es que muchos esperan que Trump dé un salto al vacío y se vaya pa’ la casa, no así nuestro ícono radial que, ayudado por los fuertes vientos magallánicos, espera saltar de la radio al Concejo Municipal. ¡Croac, croac!