Seniority: valorando la experiencia en la era contemporánea
El 1 de octubre se celebró el Día Internacional del Adulto Mayor, y me parece necesario resaltar la importancia que está volviendo a tener la experiencia en la administración, tanto en organizaciones privadas como públicas hoy en día. El término que se está utilizando para esto es el “Seniority”, que proviene de la palabra “Senior”. En español, la Rae lo define como “superior en categoría y experiencia a quienes desempeñan la misma profesión o cargo”. Pero, ¿en qué consiste este concepto de Seniority? Básicamente, se podría pensar que es sólo la antigüedad y la experiencia en un trabajo determinado, pero es mucho más que eso.
Claramente, hoy en día está ocurriendo un cambio en la valorización de la antigüedad y la experiencia, que se había perdido en las últimas décadas. Dado algunos errores graves de las juventudes, este cambio está volviendo a ser necesitado y considerado, sobre todo en el ámbito de la administración. Hace unas semanas, en una entrevista a un candidato a consejero regional, le preguntaron qué era lo que le faltaba al Consejo Regional y él respondió: “Seniority”. Esta fue una excelente definición para lo que se necesita hoy en día.
Hay una película que trata muy bien este tema y que recomiendo verla: “Pasante de moda” (The Intern) con Robert de Niro.
Algunas de las características más habituales que suelen determinar el nivel de Seniority están relacionadas en primer lugar con:
– La cantidad de años de experiencia en un cargo específico o puesto laboral.
– Las competencias técnicas y las actividades que puede realizar.
El Seniority no sólo se basa en años de experiencia; también está estrechamente relacionado con las habilidades blandas (Soft Skills), muy valoradas en las organizaciones. Actualmente, más allá del conocimiento técnico obtenido en la universidad y la experiencia laboral, es esencial contar con habilidades blandas, tanto innatas como desarrolladas, para ser considerado un talento senior. Entre las habilidades blandas más solicitadas por las empresas se encuentran:
– Resiliencia ante situaciones de presión.
– Manejo propio de las emociones.
– Lealtad y sentido de la responsabilidad.
– Resolución de conflictos.
– Capacidad de respuesta.
– Estímulo de la motivación dentro de los equipos.
– Habilidad para impactar en los demás.
– Disponibilidad para ceder el juicio personal en favor de los objetivos organizacionales.
– Atención a los detalles.
– Pensamiento crítico.
Mejorar estas habilidades fomentará el desarrollo del Seniority y el talento, facilitando el avance de los perfiles en distintas áreas y roles dentro de las organizaciones, tanto privadas como públicas.
Diría que gran parte del Seniority, alrededor del 90%, se forma a partir de la educación recibida tanto de los padres como en el colegio. Valores fundamentales como el respeto, la gratitud y la solidaridad se inculcan durante la infancia y la adolescencia. El 10% restante se desarrolla con el tiempo en el entorno laboral, probablemente bajo el liderazgo de un jefe excepcional que hayas tenido o tengas ahora. No todos tienen esta influencia positiva, así que si es tu caso, ¡aprovéchalo!
Es crucial desafiar ciertas ideas preconcebidas que resultan erróneas, como las siguientes:
Primero, la creencia de que los mayores no pueden manejar las nuevas tecnologías es incorrecta. Muchas personas con años de experiencia en las organizaciones han aprendido a utilizar los dispositivos electrónicos de manera eficiente.
En segundo lugar, existe la idea de que los seniors están desmotivados y ya no se esfuerzan por la empresa. Sin embargo, al igual que cualquier persona, si el entorno laboral es estimulante en términos relacionales, ambientales y económicos, los seniors se sienten motivados a dar lo mejor de sí mismos para alcanzar los objetivos o metas.
También se dice que los mayores son más costosos para la empresa. Sin embargo, dado que poseen habilidades resolutivas altamente efectivas, a menudo resultan ser más económicos.
¿Quién no recuerda a los buenos profesores o jefes que nos dieron lecciones duraderas que nos sirvieron para siempre?
Finalmente, se supone que todos los mayores son personas de avanzada edad. Aunque la experiencia suele asociarse con la edad, no es el único factor. El Seniority también implica tener una personalidad madura, pensamiento crítico y muchas otras habilidades que, afortunadamente, por el bien de la humanidad, están nuevamente siendo valoradas.