Supersticiones
Preocupadísima se mostró la madrina de la nueva lancha de prácticos de la empresa Tabsa, quien participó de la tradicional ceremonia de bautizo de la nave y le tocó romper la botella de champaña contra el casco. Su preocupación radicaba porque en su primer intento el envase de vidrio sólo rebotó, lo que mencionó que era “mal augurio”. Sin embargo, en el segundo intento utilizó sus dos brazos para darle un mayor ‘momentum’ al embate y así reventó la botella en mil pedazos. Son sólo supersticiones, decían entre comentarios, aunque las miradas entre los participantes al ver que el primer lanzamiento no rompió la botella dejaban entrever otras cosas.