En Magallanes, 150 personas viven en la calle
Más del 70% de los chilenos cree que la situación de calle ha empeorado en los últimos 5 años.
El 71% de los chilenos percibe un agravamiento en la situación de calle en los últimos cinco años. Esta es parte de las conclusiones que se pueden extraer de un estudio nacional realizado por “Juntos en la Calle” en colaboración con Panel Cadem Online. Allí se revela que el 84% de los chilenos cree que el país se debe preocupar más de estas personas.
El Hogar de Cristo sostiene que cerca de 200 personas han solicitado ayuda a la organización debido a su situación de calle en Magallanes Esto pone de manifiesto una demanda creciente de apoyo en una región donde el déficit habitacional y la falta de políticas integrales agravan aún más el problema. En este sentido, dan cuenta que personas en calle no están en esa situación porque lo deseen, sino porque no han podido reconstruir sus vidas y ser parte de la sociedad. El 40% de ellas realiza alguna actividad laboral, pero sus ingresos no les permiten arrendar siquiera una pieza.
Además, el estudio destaca que la mayoría de las personas encuestadas identifica como soluciones prioritarias la implementación de programas de apoyo y rehabilitación (72%), la generación de oportunidades laborales (50%) y el aumento de albergues (44%). Estas medidas reflejan una necesidad clara de acción coordinada entre el gobierno, organizaciones sociales y comunidades para enfrentar esta problemática de manera efectiva.
En la Región de Magallanes, el “Anexo Calle” del Ministerio de Desarrollo Social reportó, a julio de 2022, que 148 personas viven en situación de calle. Este número representa un aumento del 27% respecto a períodos anteriores, evidenciando una tendencia al alza que requiere atención urgente.
El perfil de las personas en situación de calle en Magallanes revela características específicas que agravan la problemática. El 14% corresponde a personas migrantes, mientras que un 20% de esta población tiene empleo y otro 20% recibe algún tipo de pensión. A pesar de ello, las barreras estructurales como el acceso a la vivienda y la precariedad económica siguen perpetuando su condición. Un 8% de las personas ha completado estudios técnicos o profesionales, pero estas cualificaciones no se han traducido en oportunidades para salir de la calle.
El documento también señala que el 45% de quienes viven en situación de calle en la región tienen 50 años o más. En cuanto al tiempo de permanencia, el 27% lleva entre uno y tres años en esta condición, mientras que un 26,5% ha permanecido entre seis y diez años. Además, estas personas enfrentan dificultades significativas para realizar actividades básicas como dormir, relacionarse con otros, estudiar o asearse, lo que incrementa su vulnerabilidad en un entorno ya desafiante debido a las condiciones climáticas extremas de la región.