Digitalización de carpetas genera cuellos de botella en el proceso para obtener licencias de conducir
La implementación del Sistema de Gestión de Licencias de Conducir en Punta Arenas ha presentado una serie de complicaciones para la Dirección de Tránsito, tanto en la operatividad interna como en la atención a los usuarios. Así lo explicó el director Marcel Bermúdez, quien aseguró que, si bien han resuelto varias observaciones, aún queda trabajo por hacer.
Actualmente se procesan entre 60 y 70 trámites diarios. Sin embargo, en febrero -mes en que comenzó a aplicarse el nuevo sistema- esa cifra cayó a 900, lo que significó una baja del 30% respecto del promedio mensual habitual, que bordea los 1.100 a 1.200 trámites. En marzo, la atención recuperó parte del ritmo perdido.
Uno de los principales desafíos ha sido digitalizar las carpetas de los conductores, una obligación impuesta por el nuevo reglamento vigente desde el 15 de enero, que exige completar este proceso dentro de un plazo de 15 días. El trabajo ha resultado especialmente complejo debido a la antigüedad y variedad de formatos de los documentos. Algunas carpetas superan los 20 procesos y requieren hasta dos horas para escanearlas.
El municipio dispone de sólo cinco equipos de escaneo. Para cumplir con los plazos, funcionarios de otras direcciones colaboran fuera del horario habitual. Aunque se evaluó externalizar esta tarea, la falta de espacio físico y la necesidad de resguardar los documentos dentro de dependencias municipales lo han impedido.
Otro problema importante es la duplicidad de trámites entre el nuevo sistema y el anterior, lo que obliga a repetir procesos y retrasa la atención. “Eso puede demorar entre 2 y 3 minutos por persona. Si lo multiplicamos por 70 atenciones diarias, el impacto es considerable”, indica.
El pasado viernes Bermúdez envió un nuevo listado de observaciones técnicas al Ministerio de Transportes, con el objetivo de corregir fallas en el sistema y reducir los tiempos de atención.
50% de reprobación
La alta tasa de reprobación en los exámenes teóricos y prácticos también complica el proceso. Más del 50% de los postulantes no aprueba en su primer intento, lo que obliga a atenderlos más de una vez. Si bien esta cifra ha mejorado respecto de años anteriores -cuando superaba el 60%-, sigue generando congestión.
La falta de funcionarios habilitados para tomar exámenes prácticos agrava la situación. Bermúdez indicó que el perfil exigido por ley es muy específico: licencia profesional más un curso válido sólo para trabajar en direcciones de Tránsito. En el último llamado a concurso, no hubo postulantes.
Para este año, se proyecta una sobredemanda similar a la de 2023, con entre 18 mil y 19 mil trámites. El término de las prórrogas acumuladas desde la pandemia ha obligado a priorizar los controles por sobre los primeros otorgamientos. El municipio ha intentado responder mediante atención los sábado.