“Con un gobierno de extrema derecha se podría agudizar la indignación social”
Elisa Giustinianovich junto a Margarita Vargas, Lidia González, Mauricio Daza y Rodrigo Alvarez conforman la selecta representación por Magallanes, que enfrenta hoy un inédito proceso en nuestro país como lo es la Convención Constitucional, que ya lleva cinco meses en marcha.
El 4 de julio se dio inicio al proceso, que corresponde a la misma fecha en que Estados Unidos celebra su Independencia. Según la opinión de Giustinianovich, “estamos haciendo un trabajo muy intenso, llegando a consensos muy importantes que son beneficiosos para el país, pero poco de esto se ha visibilizado porque hoy tenemos un gobierno que no nos respalda, y muchos de ellos están atrincherados en el rechazo porque creen en la Constitución de 1980, claramente porque han sacado beneficios económicos de eso”.
– ¿Cómo calificaría su experiencia en la Convención Constitucional?
– “Ha sido buenísima, muy intensa, no paramos de lunes a viernes, prácticamente todo el día en sesiones o actividades, y los fines de semana en reuniones extraordinarias. El nivel de tiempo que se consume es muy alto, pero venimos de organizaciones sociales y estamos acostumbrados, no transamos principios de poder, levantando espacios de encuentros, trabajando por mandato de territorios y no por visión personal o intereses de partidos. Ha sido bastante demandante pero me siento contenta, satisfecha de poder estar ahí a través de una forma muy distinta de accionar, con un camino independiente al de los partidos, lo cual nos da mayor flexibilidad para los espacios de construcción colectiva”.
– ¿Cuáles cree que son los principales puntos de la Constitución vigente que han llevado a que se deba pensar en su reformulación?
– “Uno de los puntos principales es que se superpone el derecho a la propiedad por sobre todos los otros derechos: sociales, humanos, medioambientales, y esto genera un desequilibrio tremendo, por ejemplo que exista un derecho de libertad empresarial que esté por sobre el vivir en un lugar libre de contaminación. Por otro lado el rol subsidiario del Estado, ya que hoy existe un Estado disminuido que no se hace cargo de poder proveer derechos fundamentales, como lo son la vivienda, salud, educación y las pensiones, que son los cuatro ejes fundamentales de las manifestaciones. Otro punto importante es la demanda de la descentralización, ya que en Magallanes ni en ninguna región podemos tomar decisiones autónomas, o ejecutar planes de desarrollo de nuestra actividad económica, y eso también podemos transformarlo radicalmente”.
– Ya que aborda el punto de la descentralización, ¿cuál cree que son las principales preocupaciones en nuestra región y cómo la Convención puede ayudar?
– “En la Convención hay un consenso interesante en avanzar hacia una descentralización efectiva a partir de cambiar la idea de un Estado unitario centralizado a un Estado regional autónomo, donde realmente los distintos territorios puedan tener autonomía económica, política, administrativa y fiscal, y así podamos cambiar la concepción del centro hacia los extremos, y así concebir al Estado como una unidad compuesta de distintos polos de desarrollos autónomos. También es importante encausar la configuración del modelo económico pensando en una transformación de las economías locales y fomentar su crecimiento, lo cual creo que va a tener una repercusión muy positiva dentro de la región donde aún tenemos grandes reservas de agua y paisajes prístinos para un turismo sustentable. Por último, pensar en una democracia vinculante que nos permita a los ciudadanos incidir en la toma de decisiones en una democracia representativa pero a la vez participativa, va a concebir una nueva forma de reencantarnos de la política porque tendremos otras herramientas a diferencia de las últimas décadas o siglos”.
Partidos políticos
– Al escucharla hablar, se advierte que es crítica hacia los partidos políticos. ¿Tiene inclinaciones hacia alguno en particular?
– “Hay partidos con los que uno tiene mas sintonía en términos políticos, los cuales claramente están más hacia la izquierda en mi caso… Todas las feministas apoyamos la candidatura de Gabriel (Boric). Pero venimos de una estructura autónoma, tenemos una crítica muy fuerte al funcionamiento de los partidos, ya que se manejan con dinámicas centralistas, jerárquicas y con deficiencias de protocolo a la violencia de género”.
– Y en ese sentido, ¿cómo ve un eventual gobierno de Kast?
– “Es un recrudecimiento de la política de derecha más autoritario, a mí me causa mucha preocupación que una persona o el Partido Republicano asuma la jefatura del gobierno. Es un tremendo retroceso en materia de derechos humanos, tremendamente peligroso para los pueblos considerando que hay una revuelta social que no ha tenido respuesta de la clase política, y debido a esto veo poco posible tener gobernabilidad para la extrema derecha. Sin dudas esto podría agudizar más la indignación, podríamos tener más estallidos e inestabilidad social. Pienso que de la otra coalición va a nacer lo mejor en este proceso de transición en que nos encontramos, donde nos vimos azotados por una crisis sanitaria y donde ya hay mucha inestabilidad social y económica. No es viable hoy en día tener un tremendo programa transformador con una Constitución que se va a instaurar en algunos años, y el gobierno que asuma tendrá que tener las agallas para surfear esta crisis de la mejor manera”.
– En su opinión, ¿cuáles han sido los mayores aciertos y errores que se han cometido desde el movimiento feminista tanto a nivel nacional como regional?
“Ha sido un tremendo empuje, incluso anticipándonos al estallido con la marcha más masiva de la vuelta a la democracia del 8 de marzo de 2019. Pudimos generar encuentros plurinacionales con miles de compañeras, donde se pudo levantar un programa muy completo, el cual estamos defendiendo hoy en la Convención. Hemos tenido importantes avances dentro y fuera de la Convención, como la incorporación de nuevas formas de hacer política basándonos en el cuidado entre todos. Por otro lado, creo que igual es importante reconocer la falta de iniciativa tanto de los movimientos sociales como de los feministas en las elecciones recién pasadas, de haber tomado la decisión de no disputar el actual Congreso ni con diputadas, ni senadoras. Dimos todo con la candidatura de Doris (Sandoval) pero de forma individual, y esto tiene justificación, y es que tenemos todas nuestras energías puestas en el proceso constituyente y en cuidar la Convención, porque queremos que sea un proceso exitoso. Creo que fue un error, pero no pudo haber sido de otra manera porque no nos daban las fuerzas”.