Solicitan a Bienes Nacionales incorporar lugares de Tierra del Fuego en su denominación selknam
Cristian Saralegui
En 2021, el arquitecto Sergio Baeriswyl presentó “Paisajes ancestrales del fin del mundo”, un libro resultante de un trabajo que se extendió por 15 años, en el que el autor realizó una exploración al sur de Tierra del Fuego, en particular por la cordillera de Darwin. En la obra, Baeriswyl muestra 80 ilustraciones y fotografías de hitos naturales de esa zona, a las que agregó un código QR para que el lector pueda visitarlos virtualmente.
Pero, además, en su recorrido por estos paisajes inexplorados, el arquitecto notó que gran parte de estos paisajes, no tenían nombre o, mejor dicho, no estaban presentes en la cartografía chilena. Así, comenzó a indagar en la historia del pueblo selknam para encontrar las denominaciones a estos valles, montañas, cerros, colinas, entre otros.
Para ello contó con el apoyo de la Fundación Hach Saye para el desarrollo, fortalecimiento y protección de la cultura selknam y su territorio, cuya directora ejecutiva, Fernanda Olivares Molina, recordó que Baesriswyl y la Comunidad Selknam Covadonga Ona se unieron para esta investigación, “una actividad muy relevante para nuestra comunidad, ya que, hasta ese momento en Chile, la comunidad selknam nunca había sido considerada para una materia tan importante y que tenga directa relación con nuestro territorio ancestral”.
Pese a ello, advierten que el proceso ya concluido no es suficiente para que los nombramientos sean reconocidos en la cartografía oficial de Chile. De esta manera, con el apoyo de IVM Abogados, “desde Hach Saye ingresamos una solicitud formal en la Seremi de Bienes Nacionales de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, solicitud que aún se encuentra en sus trámites iniciales”, indicó Olivares, ya que “la importancia de este reconocimiento legal de los nombramientos realizados es mucha, ya que, en primer lugar, fue realizado por la comunidad selknam chilena, fue un trabajo realizado con absoluta pertinencia cultural, relevando rasgos de la cosmología que nos heredaron nuestros ancestros. En segundo lugar, el ejercicio de informarse e investigar si alguno de los nombres de los hitos geográficos inmortalizados por Sergio (Baesriswyl) estaba presente en la literatura de la zona, fue un potenciador identitario que sin dudas marcó un antes y un después en todos quienes participamos”, profundizó. Finalmente, reiteró que “el hecho de que Tierra del Fuego vuelva a ser nombrado en su idioma, con nombres y palabras que han estado presentes por miles de años, es un acontecimiento que traerá una nueva energía, que tanto hace falta”.
El autor, en tanto, da cuenta que el municipio de Timaukel accedió a aceptar estos 28 nombres ancestrales, que permiten sustentar este trámite con Bienes Nacionales y que, de esta forma, “pasen a formar parte de la cartografía oficial chilena, y se puedan incorporar a los planos del Instituto Geográfico Militar, en los distintos planos de ruta, y para eso, la ley establece que tiene que hacerse un procedimiento, que es una solicitud, que se hace al Ministerio de Bienes Nacionales, partiendo por la seremi, que se ingresó hace un mes y medio, junto con la Fundación Hach Saye”.
Para el arquitecto, “este proceso ha sido muy interesante, para poner en valor la historia y le agrega mucho valor cultural al territorio. Cuando vengan personas de diferentes lugares y quieran conocer la historia de Tierra del Fuego, la puedan hacer a través de la cultura ancestral. Y en el caso mío, usé una herramienta ancestral, que es el dibujo, un poco para generar este puente de conexión con un lenguaje que entiende cualquier persona en el mundo. Este libro es uno de los pocos escritos en selknam y esa es una suerte de reconocimiento a una lengua que no está muerta, y la idea es difundirla a través de esta obra”, manifestó.
El arquitecto recorrió durante 15 años distintos sectores del sur de Tierra del Fuego, y para encontrar las denominaciones ancestrales, tomó contacto con la Fundación Hach Saye
El arquitecto Sergio Baeriswyl presentó este trabajo recopilatorio de la toponimia del paisaje, en las que se pueden encontrar más de 80 ilustraciones y fotografías de 28 hitos del paisaje sur de la isla, fundamentalmente, de la cordillera Darwin