La puerta de Kon Aiken y el puerto seco

P

unta Arenas, transita a ser una ciudad que se encamina a tener dentro de algunos años los 200.000 habitantes y caminar a sus 200 años de vida (1848-2048). Su crecimiento, por la topografía y morfología ha sido dado por la notable presencia en su borde oriente por el estrecho de Magallanes. ¿Y cómo no, si el estrecho de Magallanes, accidente geográfico de carácter mundial, es testigo y motivo de su historia y de la historia mundial de la navegación?

La ciudad de Punta Arenas, se ha desarrollado progresivamente al comienzo en anillos concéntricos y posteriormente por su topografía, en sentido longitudinal y paralelo al borde del Estrecho. Hoy Punta Arenas urbano, va desde el Río Seco por el norte hasta el camino al vertedero de Leñadura por el sur. Son casi 24 kilómetros desde el extremo norte al sur. Y si consideramos como notables áreas de influencia de la ciudad, a las crecientes áreas de Agua Fresca por el sur (kilómetro 28, en el río Parrillar y a Kon Aiken por el norte (kilómetro 30), estamos hablando de una ciudad que profundizará su longitudinalidad, y que entre su borde norte y sur tendrá 58 kilómetros.

Los viajes en modo vehículo para la llegada al trabajo (Methanex, Cabo Negro, Aeropuerto, Base Aérea, regimientos, frigoríficos, plantas pesqueras, maestranzas, bodegas y habitabilidad en Río Seco y Barranco Amarillo y, por el lado sur, la creciente fuerza que mueve a cientos y a veces miles de familias, a las segundas viviendas o parcelas del sector sur de la comuna hace que la ciudad y su Infraestructura tiene que revisarse y planificarse.

Expongo estas simples realidades constatadas en la forma de ocupar y movernos por el territorio. Dentro de estas reflexiones generales, y por ser Punta Arenas una ciudad que es punto de término dentro de la península de Brunswick, donde esencialmente se tienen las conexiones con el norte de la región (Río Verde, Laguna Blanca, Puerto Natales y Torres del Paine) y con el oriente (San Gregorio, Primera Angostura del estrecho y la República Argentina).

Su punto de entrada natural terrestremente, son las llanuras esteparias de Kon Aiken (lugar de calafates en idioma Kawésqar). En aquel lugar existió por años el popular Retén Kon Aiken o Río Pescado, por el riachuelo que corre por el lugar. En dicho lugar hay terrenos fiscales al menos en una cantidad que supera las 50 hectáreas.

Dicho lugar, constituido como la puerta o el umbral natural de ingreso desde la larga pampa, a paisajes de bosques aparragados como el Parque Chabunco y el sector alto de Río Seco y la parte alta de la ciudad propiamente tal, con una creciente presencia de mayor influencia del clima del Pacífico, es el lugar por naturaleza para establecer no sólo un punto de control policial, sino que un lugar que opere como una Tenencia de Carreteras, al ser el primero o el último punto en muchos kilómetros al salir o entrar de la ciudad.

Una Tenencia de Carreteras, que especialmente en invierno, es un punto de vital importancia para el monitoreo del paso de los automovilistas o camiones que se desplazan por nuestras peligrosas y congeladas carreteras. Por otro lado, como toda ciudad, que comienza a tomar el tamaño y la longitud de Punta Arenas, requiere de espacios mayores para establecer aparcaderos y/o puertos secos, que produzcan el cambio de escala, de los móviles que entran a la ciudad. La vida de los pavimentos, así como la seguridad vial, tan amenazada, por el gran parque vehicular lo agradecerán. Punta Arenas y en general los camiones que operan para, desde y hacia Punta Arenas superan el millar de máquinas.

Un puerto seco y/o aparcadero(s), son instalaciones vitales, para el buen vivir y el ritmo de la ciudad y sus desplazamientos. La ciudad también llora hace muchos años, el contar con un Terminal de Buses o Rodoviario Interprovincial e Interregional. Algo aportamos en nuestra administración comunal con el Terminal de Buses Intercomunal de calle Carrera Pinto.

Planificar la presencia policial, aduanera, de acopio, de resguardo y en general de servicios es vital hacerla hoy, pues no hacerla será crearle otra carencia a la ciudad. Kon Aiken es el límite y la imagen que tendrá el inicio del desarrollo del hidrógeno verde, es la salida a la vastedad de la llanura Patagónica, es el encuentro con la industria petroquímica de metanol y de las grandes maestranzas de la Enap. A fin de cuentas, es un lugar de estratégica importancia, al ser la puerta entre la ciudad y la No ciudad, algo de lo que nos hablaba el profesor Garretón en la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Biobío, allá por los años 80.