Corporación Municipal crea protocolo de actuación frente a la niñez y adolescencia trans
Marisol Retamal G.
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a 13 años es la edad promedio en que algunos escolares inician el proceso de transitar hacia el sexo con el que se sienten identificados
Los estudiantes no se transforman sino que transitan al género con el que se sienten más identificados. Esa es una de las primeras observaciones que hace Silvana Vera, asistente social y jefa del Area de Atención al Menor de la Corporación Municipal de Punta Arenas, al referirse a los niños y adolescentes transexuales.
Se trata de los menores que se sienten y se conciben a sí mismos como pertenecientes al género opuesto que social y culturalmente se asigna a su sexo biológico. Muchos de ellos optan por una intervención médica-hormonal o quirúrgica (o ambas) para adecuar su apariencia física-biológica a su realidad psíquica, espiritual y social.
En los últimos años en diferentes establecimientos educacionales han comenzado a visibilizarse casos de alumnos trans, tanto niños como jóvenes. Las comunidades educativas han comenzado a interiorizarse sobre esta temática y a generar adecuados espacios de intercambio y de aceptación a estas nuevas realidades.
En la Cormupa se creó el “Protocolo de actuación frente a la niñez y adolescencia trans en establecimientos educacionales pertenecientes a la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor de Punta Arenas”, que surge como el resultado de un trabajo previo que consideró la difusión de documentos normativos y la realización de un seminario con la participación de la activista trans Lucha Venegas, para sensibilizar y formar en esta temática. Todo esto se hizo mientras en forma paralela ya se estaba viviendo la incorporación de estudiantes trans en algunos establecimientos educacionales
“El año pasado se creó el protocolo, que apunta a favorecer la acogida de los alumnos trans. Acá debemos entender que la integración está asegurada por ley, junto con la incorporación de un conjunto de medidas que ya no quedan al arbitrio o a la buena voluntad de las comunidades educativas. Entendemos que los cambios socioculturales son lentos, pero trabajamos en un marco teórico y en el contexto de que todos nos estamos formando en esta temática”, señala.
La psicóloga Brenda Díaz destaca el apoyo de la activista trans Lucha Venegas, quien ha sido fundamental en los avances de este proceso, “porque nos ha orientado a buscar las normativas que aparecen en el protocolo ha sido validado por distintas instancias vinculadas con esta temática, incluyendo la de los estudiantes”.
Tanto Silvana como Brenda coinciden en que el espacio escolar adquiere especial relevancia dado su rol educativo y como garante de derechos, por lo que debe constituirse en un sistema que promueva y garantice la convivencia pacífica, respetuosa e inclusiva.
En el protocolo elaborado por el Area de Atención al Menor de la Cormupa se insiste en que la comunidad educativa -en su conjunto- asuma una postura de rechazo ante toda forma de vulneración, maltrato y/o abuso hacia la niñez y adolescencia trans, en el que se establezcan procedimientos claros de actuación ante estas situaciones (previsto en la Ley sobre Violencia Escolar, Ley Antidiscriminación y Ley de Identidad de Género, por nombrar algunas).
Y destaca que, para establecer flujos claros de acción y del plan de difusión para cada uno de los estamentos que la componen, hay que avanzar hacia un sistema educatico que contribuya a la formación integral de la niñez y adolescencia y que, a la vez, promueva y proteja sus derechos.
De acuerdo a la experiencia en el aula, no hay una edad concreta en que se manifiestan las transiciones de los estudiantes trans. Pero, en muchos casos, éstos comienzan a manifestarse entre los 10 y los 13 años.
Los establecimientos pueden usar el nombre social con el que el alumno se siente identificado, lo que hace más amigable su proceso de transición. Hay menores que cuentan con el apoyo familiar e informan en conjunto al establecimiento educacional sobre su decisión de cambio de nombre social. Pero hay otros casos de estudiantes que se identifican con este tránsito pero que sólo lo cuentan a sus pares y no a la familia. O aquéllos que comparten su sentir sólo a sus grupos más íntimos, pero no al recinto en el que estudian.
Silvana y Brenda señalan que no han sabido de casos de discriminación en los colegios municipales y que, hasta hora, los estudiantes se han convertido en los primeros aliados de los compañeros que sienten esta necesidad de transitar de género. Reconocen que a los adultos les cuesta más porque a los niños y jóvenes esto se les presenta de manera más natural.
Para las profesionales resulta relevante asumir esta nueva realidad sólo con abrir el corazón, revisarse uno mismo como primer ejercicio de autoanálisis y entender el contexto actual. “Hay muchos desafíos unidos a esta temática, pero hay muchas más, educación debe reconectarse a todas estas variables y a que la escuela tiene un sentido social. Ese es el desafío: recuperar la acogida y proteger”, refuerza Silvana.
Palabras
clave
Identidad de género: se refiere a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona lo siente. Puede corresponder o no al sexo asignado al momento de nacer, incluyendo la vivencia personal del cuerpo.
Cisgénero: cuando la identidad de género de la persona corresponde con el sexo asignado al nacer.
Transgénero: cuando la identidad o la expresión de género de una persona es diferente a aquélla que típicamente se encuentran asociadas con el sexo asignado al nacer.
Transexual: Quien se siente y se concibe a sí mismo como perteneciente al género opuesto al que social y culturalmente se le asigna a su sexo biológico. Por ello opta por una intervención médica-hormonal o quirúrgica (o ambas) para adecuar su apariencia física-biológica a su realidad psíquica, espiritual y social.
Travesti: Son las personas que manifiestan una expresión de género, ya sea de manera permanente o transitoria, mediante la utilización de prendas de vestir y actitudes del género opuesto que social y culturalmente son asociadas al sexo asignado al nacer. Ello puede incluir la modificación o no de su cuerpo.