9,3% de la población adulta presenta discapacidad en Magallanes
Ante la presencia de representantes de distintas organizaciones sociales, la directora regional de Senadis, Bernarda Cares Coronado, presentó los principales resultados regionales del III Estudio Nacional de la Discapacidad (III Endisc) que revelan que el 9,3% de la población adulta de Magallanes presenta algún tipo de discapacidad.
El estudio presenta una visión actualizada sobre la discapacidad en el país, en base a la Encuesta Nacional de Discapacidad y Dependencia (Endide) realizada en 2022, estimando la cantidad de personas adultas con discapacidad, e identificando brechas de inclusión social.
En la región hay 12.861 personas mayores de 18 años con discapacidad, lo que equivale al 9,3%. Respecto de la población con dependencia, la cifra alcanza a las 6.432, lo que equivale al 4,6%.
Además, el porcentaje de mujeres adultas con discapacidad en la zona es mayor que el de hombres y también el grado de discapacidad es más severo (el porcentaje practicamente duplica a quienes tienen dependencia leve o moderada).
Del total de personas con discapacidad, la mitad de ellas está en situación de dependencia. Esto quiere decir que debido a alguna dificultad física, mental o para la movilidad, debido a su salud, requieren de la asistencia de otra persona para realizar algunas tareas o actividades en su vida diaria. Asimismo, la población adulta con discapacidad en situación de dependencia que no cuenta con un cuidador de manera permanente es del 40,4%.
La directora regional de Senadis, habló de buenos resultados, en el sentido que hay una disminución de las personas con discapacidad y eso da cuenta que “las cosas se han hecho bien, de todas maneras es una invitación a seguir profundizando sobre la situación de personas con discapacidad”.
El secretario, psicólogo y apoderado de Unpade, Juan Carlos Gibbons Escobar, valoró los datos, aunque admitió que no son estrictamente comparativos con la escuesta de años anteriores. “Yo trabajo con personas con discapacidad intelectual, moderada y severa, que tienen prácticamente nula inclusión laboral, es un porcentaje bajo, pero tienen esa realidad y hay que incorporarlas sobre todo en la discusión de las políticas públicas”.