Trece familias se han sumado a programa para acoger a menores víctimas de vulneración de derechos

• Jessica Rivera Hernández, directora (s) de Mejor Niñez, planteó
  que “estamos fortaleciendo las familias de acogida como primera
  respuesta cuando hay cuidado alternativo”.

La implementación de la nueva oferta programática son parte de los desafíos que enfrenta el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia. Su directora (s) Jessica Rivera Hernández, abordó el trabajo desplegado con el intersector, las familias de acogida.

La nueva oferta programática del servicio dice relación con el cambio desde el Ministerio de Justicia hacia el Ministerio de Desarrollo Social.

La jefa de la repartición comienza explicando que es un cambio de paradigma en la oferta programática que antiguamente daba inicio con las OPD (Oficinas de Protección de Derechos) que hoy día ya no existen y que pasan a ser las OLN (Oficina Local de la Niñez) en cuanto a la promoción y prevención. 

Dicho servicio actúa cuando hay vulneraciones graves de derechos de niños, niñas y adolescentes con el diagnóstico clínico especializado. 

Son cinco líneas de acción para dar la mejor respuesta a las necesidades de protección especializada que puedan presentar los niños y adolescentes. La primera de ellas, corresponde al diagnóstico clínico especializado, que busca realizar evaluaciones integrales de todos los niños, adolescentes y de las familias que requieran de la atención del servicio. Una segunda gira en torno a las intervenciones ambulatorias de reparación con el fin de detener las trayectorias de vulneración.

La tercera línea aborda el fortalecimiento y vinculación, que tiene enfoque en el apoyo a las familias o personas referentes, fortaleciendo sus habilidades de crianza y vinculación saludable. La cuarta línea se orienta a entregar cuidado alternativo a aquellos niños y adolescentes que sean separados de forma transitoria de sus familias de origen para resguardar su seguridad. El enfoque de esta línea es entregar cuidado de tipo familiar, estabilidad, contención y vínculos a los niños y adolescentes que se encuentren en esta situación. Finalmente la quinta linea es la adopción.

La diferencia con Sename

La diferencia de este servicio con el histórico Sename, está dada principalmente en lo que tiene que ver con el cuidado alternativo. “Estamos fortaleciendo las familias de acogida como primera respuesta, a través de un modelo familiar de residencia, que separa por rangos etarios para que sean lugares más acogedores y más focalizado. Es un trabajo distinto, entramos a trabajar cuando existe la vulneración grave de derechos de los niños y adolescentes, entonces nos separamos un poco de la prevención, no nos desligamos, pero intervenimos cuando hay un proceso de vulneración de derechos”.

El Servicio Nacional de Menores mantiene su dependencia del Ministerio de Justicia y está a cargo de los infractores de ley.

Agrega que, dependiendo de la gravedad, tienen distintos niveles de intervención, existiendo un dispositivo para los casos de maltrato y también un programa de explotación sexual. 

Trabajo intersectorial
con salud

Con miras a entregar una mejor atención médica y de salud mental a sus usuarios, especialmente aquellos que se encuentran en cuidado alternativo, el servicio ha propiciado diversas instancias de socialización con funcionarios de la Salud.

“Se ha trabajado para abordar el consumo problemático, siendo una línea que lleva adelante Senda y Saud. Igualmente hemos conseguido grandes avances respecto de las coordinaciones con el Samu y las capacitaciones que se han logrado a través del intersector se ampliaron también a los Cefam y a todos los intervinientes”.

Programa
“El poder de cuidar”

Jessica Rivera abordó también la campaña “El poder de cuidar”, una estrategia que busca sumar a familias para que acojan a niños y adolescentes de manera temporal. Las inscripciones se realizan en el sitio www.mejorninez.cl

La campaña procura captar a familias de acogida, de manera de no institucionalizar a niños y adolescentes en residencia cuando el tribunal dicta una medida de cuidado alternativo. De este modo el servicio busca que las familias de acogida especializada sean la primera respuesta institucional siempre, porque eso le da un entorno más familiar y más cercano y es mucho mejor para un niño y adolescente estar con un grupo familiar que lo pueda recibir, que estar en una residencia con más jóvenes o con más niños y con tutores independientes.

Para ser familia de acogida se debe pasar por un proceso de postulación, evaluación y capacitación. Lo otro que tiene que tener claro es que reciben apoyo psicológico o social y además un aporte económico que es para solventar también los gastos. Se busca que los menores estén un máximo de 18 meses y lo más importante es saber que son familias transitorias, apostando a que los niños retornen a la larga a sus hogares de origen.

Desde el inicio de la cruzada, han sido captadas 13 nuevas familias de acogida en
Magallanes.