Exposición fotográfica de Isla Dawson revive paisajes y memorias del campo de prisioneros Río Chico
Mediante la inauguración de la exposición fotográfica “Dawson: testimonios, memorias y compromiso con el nunca más”, se realizó una emotiva ceremonia con presencia de ex presos políticos que estuvieron confinados en dicha isla, autoridades y miembros de la sociedad civil. A modo de bienvenida, Fernando Lanfranco, uno de los autores de la cantata “Nuestra Madre Grande”, abrió la jornada entonando Te recuerdo Amanda, de Víctor Jara.
Prosiguió Manuel Rodríguez Uribe, escritor de la letra de la misma obra realizada en isla Dawson mientras estaban detenidos. El transportó a la audiencia con poderosas palabras de memoria. “En la mañana del 21 de diciembre de 1973, bajaron las lanchas de dos buques de la Armada y llegamos a la playa del sector Río Chico de Isla Dawson. Delante de nosotros, aturdidos todavía por el viaje de varias horas dentro de las sentinas de los buques, apareció un campo de barracas rodeado con dos corridas de alambrada de púas y torres de vigilancia”. A su vez, recordó cómo a través de una conversación con trabajadores que construían las barracas en la isla se percataron que la construcción del campo de prisioneros había iniciado en octubre de 1972.
Baldovino Gómez, presidente de la Agrupación Orlando Letelier, explicó que el trabajo de memoria está contemplado realizarlo desde la academia, con las herramientas de la ciencia, el arte y la cultura. En esa línea, además de la exposición fotográfica, la actividad contó con una maqueta representativa del campo de concentración de isla Dawson, elaborada por los arquitectos Marcos Vidal y Sergio Vargas en base a los recuerdos de los ex prisioneros. Además se trabajaron dos recorridos virtuales por el centro que fueron presentados en la actividad.
La exposición consta de fotografías, láminas y dibujos, donde algunos de los protagonistas de las fotos recordaron y explicaron las escenas, ilustrando escenas que se veían por aquel entonces. Alejandro Olate, seremi de Deportes, participó en la actividad y relató alguna de sus memorias en base a una fotografía donde aparecía a sus 17 años. “Casi todos en ese grupo fueron detenidos entre el 25 y el 26 de octubre del 73’, primer Consejo de Guerra y las penas fluctuaban entre los 5 años de condena hasta los 20 años en los menores de edad y los mayores hasta pena perpetua”.
Una de las reflexiones respecto de la importancia de estas instancias, realizada por Rodríguez posterior a la actividad, fue que “la memoria es necesaria para que las siguientes generaciones, conozcan, sepan, escuchen, investiguen, pregunten qué pasó, qué ocurrió”.