La primera mujer al mando de una base antártica

Francisca Muñoz, capitán de bandada de la Fuerza Aérea de Chile, es la primera mujer al mando de una base antártica chilena. Se trata de las instalaciones “Gabriel González Videla”, que están ubicadas a más de dos mil kilómetros del Polo Sur.

Se trata de las instalaciones que llevan el nombre del primer Jefe de Estado del mundo que puso pie en la Antártica (en febrero de 1948).

Esta base opera en verano y está ubicada en la península antártica, a unos 330 kilómetros al sur de la base “Presidente Eduardo Frei” y a unos 180 km al norte de la base científica “Carvajal”.

Fue construida por la Fach durante la quinta campaña antártica de Chile e inaugurada el 12 de marzo de 1951.

La capitán de bandada Francisca Muñoz liderará a un grupo de 14 personas en tales instalaciones, nueve de las cuales son aviadores militares de la Fach, mientras que las otras cinco son integrantes de la Armada, quienes tendrán por misión apoyar las labores científicas y colaborar en las tareas de la capitanía de Puerto de Bahía Paraíso.

Esta designación se inserta en la política de las Fuerzas Armadas de ir incorporando a las mujeres en sus filas, pero también en los niveles de mando. Igualmente, está dentro de la propia política gubernamental de estrechar brechas de género y de ir creando las condiciones para que crezca la presencia femenina en el continente blanco.

Cabe remarcar que la Fach cuenta con una delegada de género la que tiene por función hacer transversal esta perspectiva al interior de la Fuerza Aérea, promoviendo la igualdad y contribuyendo a los principios de eficiencia y eficacia al ajustar los estándares de funcionamiento institucional a los tiempos actuales.

El propio Presidente Gabriel Boric celebró el nombramiento de Muñoz señalando que pudo conocerla en su reciente viaje a la Antártica y que la responsabilidad confiada a ella resulta todo un orgullo para Chile.

Para Francisca Muñoz, de 33 años, se trata de un sueño hecho realidad y deberá ejercer su liderazgo hasta marzo del próximo año.

Sin duda, se trata de una designación señera, que abrirá el camino a otras mujeres que forman parte del mundo militar y que tienen las capacidades para mandar y para desempeñarse en ambientes climáticamente hostiles, como los que se enfrentan en la Antártica.