Tenencia responsable de mascotas

La excesiva cantidad de perros en las calles de Punta Arenas ya no es novedad. Sí el drama que cada cierto tiempo afecta a las personas que son mordidas por estos animales, porque detrás de cada caso hay una historia que merece ser contada para que efectivamente se tome conciencia de la magnitud del problema.
Hace casi tres semanas una censista que cumplía su tarea en horas de la noche en un domicilio al sur de Punta Arenas, fue atacada por un perro desde dentro de la propiedad en la que desplegaba su labor como encuestadora. Terminó con lesiones en el hospital y temió perder sus dedos.
Y a mediados de la semana pasada, un perro de la raza Pitbull atacó con inusitada ferocidad a otro can en una calle de la población Nelda Panicucci, dejando a su víctima muy malherida.
La ordenanza municipal sobre tenencia responsable de mascotas, que impera en la ciudad de Punta Arenas, estipula claramente el rol que les cabe a los propietarios de animales domésticos. Por lo tanto, sobre éstos pueden recaer eventuales sanciones en la medida que los tribunales de justicia reciban denuncias de personas afectadas.
Desde esta perspectiva, un aspecto central de esta materia es que las personas asuman en forma efectiva la responsabilidad que tienen si decidieron criar en su casa a una mascota, sobre todo si se trata de un animal que eventualmente podría tornarse agresivo con otros individuos u otras mascotas en determinadas circunstancias. Este asunto es clave cuando se forma parte de una comunidad, pues nuestras acciones, así como pueden favorecer a la gente, también pueden afectarla negativamente.
Por eso, en lo que concierne a los perros, la relación entre el propietario y su mascota debe ser, primero, de respeto hacia el animal, brindándole las condiciones de vida apropiadas, y, segundo, de armonía con el entorno, asumiendo la responsabilidad por el comportamiento del can. En consecuencia, no corresponde desatenderse de sus actos.