“Intensamente 2”: una comedia de adolescentes americana más

“Intensamente 2” llegó a las salas de cine con un éxito arrollador, lo que es buena noticia para el negocio que, tras la irrupción de la pandemia  y consolidación de las plataformas, vive una crisis de público y donde cualquier golpe a la taquilla es un acontecimiento que se debe festejar y quizás enmarcar.

Detrás de la película está Pixar, aquella empresa que ya tiene varios trofeos en su mural, porque con la tecnología digital propuso un espacio de encuentro entre lo real y lo animado, dónde ambos se confunden y, lo mejor de todo, hay una historia que se cuenta con imaginación y ganas. Entre ellas, una piedra fundacional, “Toy Story” (1995) donde unos juguetes viven una doble vida, porque a espaldas de sus dueños infantiles, cobran vida y viven sus propios miedos para no ser olvidados en el baúl oscuro de los recuerdos.

Y ahora “Intensamente 2” retoma la historia de Riley, aquella niña preadolescente que con 11 años debió enfrentar los conflictos de cambiarse de residencia y adaptarse a un nuevo ambiente, una anécdota menor, porque lo que realmente importaba era lo que pasaba detrás o mejor dicho allí adentro, en su cabeza, en el lugar donde habitan sus  emociones con vida propia, como los juguetes de Toy Story, pero que funcionan sobre ella como un laboratorio del Pentágono dirigiendo una operación militar. Allí están Alegría, Rabia, Miedo, Asco y Tristeza construidas a imagen y semejanza de ciertos estereotipos, pero que en el fondo también es la mirada de la industria y quizás algo más, o peor, el de una cultura.

Riley es ahora una adolescente, se ha adaptado a su hogar, tienes dos grandes amigas con las que participan en torneos de hockey sobre patines, entonces reciben la oferta de integrar un campamento de vacaciones donde se descubrirán nuevos talentos. Y esta posibilidad, despierta su entusiasmo, pero también nuevos conflictos, las nuevas amistades por conveniencia, el deseo de triunfar, las apariencias. En definitiva, nada nuevo de lo que ya hemos visto en cualquier comedia adolescente americana.

Pero eso no es lo que importa, sino lo que ocurre en el centro de operaciones de sus emociones, donde de manera intempestiva irrumpen nuevos personajes  amparados por un momento llamado pubertad. Entonces aparece Ansiedad, una emoción pequeña e insegura que todo lo arrasa, planifica, apuesta, calcula y no se detiene y la acompañan Nostalgia, Tedio y Vergüenza.

Y este es el verdadero terreno de  “Intensamente 2” una especie de thriller de acción y fantasía al mejor estilo de  la saga de “El Señor  de los Anillos” (2001) o de la “Misión Imposible” de Tom Cruise, pero sobre todo de “El Origen”(2010) de Christopher Nolan, donde el mundo interior domina lo que ocurrirá allá afuera y la aventura es contra el tiempo, hay que desbaratar un plan fatal y  hacer que todo vuelva a la normalidad, lo que equivale a decir que aunque nada sea igual a como era antes, al menos que todo recupere su armonía.

Y en ese espacio se despliegan efectos digitales que representan un mundo virtual y onírico con universos, umbrales y pruebas a superar  que son lo mejor de la película, porque más allá de lo básico del conflicto, la gracia de “Intensamente 2” es la representación de cada uno de sus personajes animados y que se esparce con versatilidad durante casi dos horas.

Lo demás no importa, porque ya lo hemos visto en alguna comedia adolescente americana más. Pero dentro de tanta inseguridad adolescente, una cosa es segura. Habrá “Intensamente 3”.