Policía turística

Se acerca la temporada alta, la etapa del año más importante para la industria del turismo, por el fuerte aumento de la demanda que se registra en este periodo, y que para muchas empresas del sector representa un porcentaje significativo de sus ingresos, lo que les permite seguir funcionando en períodos de menor afluencia de turistas.

Uno de los desafíos que tiene el país en el actual contexto es garantizar que quienes recorren el país como turistas nacionales o extranjeros, lo puedan hacer en adecuadas condiciones de seguridad, de manera que la experiencia que tengan al visitar los destinos de nuestro territorio sea positiva.

No es una tarea sencilla porque los recursos y el personal policial destinados a estas tareas es escaso, lo cual supone una necesaria planificación estratégica para utilizar correctamente esos recursos en beneficio de todos los sectores productivos y la ciudadanía.

En el caso del turismo, una de las iniciativas que hemos venido planteando como industria desde hace tiempo es la posibilidad de contar con una policía turística, como lo hacen varios países actualmente, donde se capacita a personal de las instituciones policiales para orientar y asistir a los turistas, especialmente en los períodos de temporada alta, en las zonas donde llegan más visitantes.

Esto implica no sólo disponer de mayor presencia policial, sino que también los funcionarios abocados a esta labor estén preparados para atender a los turistas, tanto nacionales como internacionales, lo que exige que al menos manejen dos idiomas, información de normativas y datos sobre los destinos. A su vez, deben tener nociones turísticas básicas que les permita guiar a los visitantes ante determinadas consultas que éstos realicen si es que por ejemplo no conocen una zona o quieren visitar un determinado lugar, para que se les indique cómo llegar.

Policía cuya principal tarea debe ser resguardar y prevenir situaciones de riesgo para que los turistas no sean víctimas de la delincuencia, y en caso de verse afectados por algún episodio, tengan claridad de cómo actuar. Trabajo que podría ser reforzado, por ejemplo, con la participación coordinada de los guardias municipales, quienes también contribuyan a esta labor de asistencia a los visitantes. 

Aunque el debate ha quedado continuamente postergado y se termina desechando la idea, como sector nos parece muy relevante que el gobierno reconsidere la implementación de esta propuesta, al menos durante la temporada alta, porque la seguridad es uno de los principales activos que tiene el país, sobre todo, considerando que cualquier episodio que afecta a un turista daña severamente nuestra imagen país, lo cual resulta muy negativo para una actividad que es estratégica para el desarrollo del país.