Inversión hotelera: oportunidades y desafíos
En febrero de 2005, la propiedad del Hotel Cabo de Hornos quedó en manos de la Sociedad Hoteles Australis Ltda., la que, como primer paso, ese año sometió al edificio a una completa remodelación, conservando su esencia arquitectónica, creciendo de 92 a 110 habitaciones.
Con la reciente inauguración de una nueva torre que da hacia calle Pedro Montt, que puso a disposición otras 70 habitaciones, con una inversión de poco más de US$15 millones, el icónico establecimiento se transforma en el recinto hotelero más grande de la Patagonia.
Desde su inauguración en 1962, el hotel ha sido un pilar fundamental en el desarrollo comercial y turístico de Magallanes, realzando la oferta de esta región como un destino elegido por viajeros nacionales y extranjeros.
De esta forma, se está dando respuesta a una demanda creciente por servicios hoteleros que exhibe nuestra capital regional. En temporada alta se han apreciado signos de copamiento de la capacidad que hacían recomendable la ampliación o instalación de nuevos establecimientos.
A lo anterior, se suma la reciente colocación de la primera piedra de lo que será el nuevo Hotel Lakutaia de Puerto Williams, que busca posicionar a Magallanes, y específicamente a la comuna de Cabo de Hornos, como la puerta de entrada al turismo antártico.
La región, en general, muestra un proceso muy dinámico en este tipo de inversión. No obstante, gran parte de esa nueva infraestructura ha sido dirigida hacia Ultima Esperanza.
Frente a un panorama tan auspicioso, la capital regional se prepara para los nuevos tiempos, que vendrán de la mano de la expansión turística que se espera a raíz de las promociones efectuadas en el exterior por Sernatur.
En todo caso, tan importante como contar con más capacidad de alojamiento es la extensión de la temporada turística de tal forma que se pueda romper la estacionalidad que, lamentablemente, aún la caracteriza. Si bien se advierte un arribo cada vez más temprano de visitantes, prevalece todavía un lapso en el que la actividad hotelera se reduce drásticamente e incluso, con el cierre invernal de algunos establecimientos. Este es un factor que limita el crecimiento de este rubro.
