Necrológicas

– Luis Ramón Carpanetti Fuentealba
– Olga Ester Jerez Hidalgo

– María Angela Muñoz Bahamonde

Entre la brecha y la alfabetización digital

Pandemia desnudó la fragilidad de internet en Magallanes, mientras se anuncia proyecto tripartito para conectar a la Antártica con el resto del mundo

Domingo 25 de Abril del 2021

Compartir esta noticia
448
Visitas

Alejandro Salazar

[email protected]

Resulta paradojal que mientras a Chile se le ubique como uno de los países de Latinoamérica con mayor desarrollo de internet, a nivel local la práctica diga lo contrario.

Lo anterior es una de las realidades que ha dejado en evidencia la educación en tiempo de pandemia, con cifras que hablan de una brecha digital enorme y donde lo tecnológico se entremezcla con lo social y lo geográfico para instalar nuevos desafíos en una política pública de Estado.

La semana pasada la Sala del Senado despachó a segundo trámite un proyecto que considera a la internet como servicio público de telecomunicaciones “imprescindible”.

Entre las consideraciones, se establecen las atribuciones de la autoridad y se fijan plazos para las prestaciones de los servicios por parte de las compañías. Sin embargo, en 2018 un texto de similar alcance fue despachado por la entonces Presidenta Michelle Bachelet, que buscaba modificar la Ley 18.168 General de Telecomunicaciones. Otra paradoja para la alguna vez llamada “carretera de la información”.

El senador magallánico Carlos Bianchi ha sido uno de los parlamentarios que ha participado activamente de los temas relacionados con esta herramienta de conectividad, haciendo ver las deficiencias de las zonas extremas y aisladas y, muy especialmente, la necesidad que tiene para una zona como la Región de Magallanes y Antártica Chilena en el aspecto investigativo científico.

En la sesión donde se abordó la iniciativa, Bianchi aterrizó el tema a nivel regional, planteando que la realidad de Magallanes “es la completa dependencia de Argentina para tener internet y, curiosamente, es a la misma empresa de ese país a la que se le otorgan todos los nuevos contratos”.
Agregó que parece que no hay visión ni consciencia de que el futuro es tecnológico, “porque está equivocado quien piensa que en materia de defensa, por ejemplo, se va a seguir como en las distintas guerras de nuestra historia. También quien considera que no es importante la investigación, la educación, la telemedicina, la ciencia. Sin embargo, nos estamos quedando atrás y los esfuerzos ni siquiera deben apuntar a estar a la vanguardia sino a estar parejos con nuestro barrio en América Latina”. 

El parlamentario citó como ejemplo la realidad que ha dejado en evidencia la entrega de “bonos” por parte del gobierno, con muchas personas, en especial adultos mayores, que no pueden hacer el trámite online porque no tienen acceso a la red y “grave también porque tampoco saben cómo hacerlo, porque el otro tema pendiente es la falta de educación tecnológica. En la discusión no se habla de eso, no hay recursos para eso. Este proyecto es un avance, pero si hacemos una autocrítica, está lejos de ser lo óptimo, porque no se puede seguir con el discurso cuando los recursos no están. Entonces hay palabras pero no una voluntad real o completa”.

La iniciativa que sigue su avance incorpora como uno de sus puntos principales el reconocimiento de la facultad presidencial para, anualmente, durante la discusión del proyecto de ley de Presupuestos, y a través de la presentación de la respectiva glosa presupuestaria, habilitar a que, con cargo a los recursos del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones, se disponga de un subsidio para el pago de las cuentas de servicios de Internet a un determinado porcentaje de los usuarios más vulnerables de nuestro país (de acuerdo a lo consignado en el Registro Social de Hogares u otro instrumento idóneo que se establezca).

No obstante, y aunque aprobado a regañadientes por varios de los parlamentarios, este punto fue el de mayor discusión por considerar que aquello “no tendría sentido, puesto que dicho fondo tiene como propósito financiar sólo proyectos de infraestructura”.

El lado A

La ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, y la subsecretaria Pamela Gidi, presentaron las estadísticas de 2020, destacando la relevancia que adquirió el sector, los avances que se prevén y las “positivas” cifras que se pueden observar: 62% de avance en los accesos de fibra óptica.

Lo anterior refuerza por lejos el informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde), que señaló en 2020 que Chile es el país latinoamericano con el mayor despliegue de redes de fibra óptica respecto al total de conexiones fijas de banda ancha, con una penetración del 32,8%.

Los números dados a conocer por las autoridades permiten observar además aumentos del 58% del tráfico de banda ancha fija, y de 37,6% de la internet móvil (en comparación con 2019).

Como contrapartida, la telefonía fija registró un retroceso de 6,6% y la televisión por pago un avance de 1,4%.

Por otro lado, el mercado de internet móvil aparece liderado por la compañía Entel que pasó de 32,15% a un 34,85% entre 2019 y 2020. Wow se consolidó como el segundo operador, al alcanzar un 24,8% (22,8% en 2019). Movistar, por su parte, registró un 21,6% del mercado (22,4% en 2019) y Claro quedó en el último lugar con 16,7% (20,2% en 2019).

En Internet fija, VTR sigue liderando el mercado nacional con 33,9% aunque con una baja de 5 puntos. Luego se ubica Movistar con 26,9% (27,6% de 2019), Claro con un 12,8% (13,3% 2019). Mundo,  Entel y GTD se reparten el 25,5% restante (5 puntos menos que el año anterior).

Respecto de los desafíos, la ministra Hutt señaló que hay diversos proyectos de última milla aprobados en distintas comunas de Chile para mejorar la conectividad, lo que anticipa nuevas inversiones para este 2021. Sin embargo, reconoció que las proyecciones de crecimiento son inciertas por la situación que vive el país por efecto de la pandemia. “Había una tendencia y se sabía que habría cambios, pero ahora se ven movimientos dramáticos en los aumentos de accesos. Estamos preparados para escenarios cambiantes y lo que nos ocupa es estar preparados para ello. Cuando vemos los niveles de ofertas que hubo para 5G sabemos que, para rentabilizar los 450 millones de dólares que los operadores pusieron sobre la mesa para acceder al espectro, ese factor se traduce en un predictor que anticipa montos que se van a romper”.

El lado B

Si bien las buenas cifras entregadas por las autoridades, aún con un futuro inmediato marcado por la incertidumbre de la pandemia, resultan positivas, hay antecedentes preocupantes que indican que pese a todos esos avances la brecha digital sigue mostrando una realidad alarmante.

La primera radiografía de la brecha digital comunal en Chile, presentada en diciembre último, reveló que 23 comunas del país tienen una “crítica” situación de acceso a internet. Además, otras 19 localidades se encuentran en “alerta por acceso”.

El análisis “más dramático” -señala el avance de este estudio- se puede observar en las regiones de Arica y Parinacota, y Coquimbo, que presentan los peores índices de conectividad fuera de sus capitales regionales y ciudades grandes.

En el caso de la Región de Magallanes, ninguna de sus comunas aparece en las listas de mayor vulnerabilidad tecnológica.