Matrimonio igualitario

Controversial y sorpresivo resultó el anuncio realizado por el Presidente de la República, Sebastián Piñera, en su última cuenta pública respecto de imprimir urgencia al proyecto de ley de matrimonio igualitario.

Para su sector, resultó una verdadera bomba, cuyo manejo comunicacional descolocaba y conflictuaba a la centroderecha.

Tan poco esperado resultó el anuncio que hasta los sectores más liberales y la propia comunidad LGBT+ admitieron sentirse sorprendidos.

La perplejidad del anuncio también se refleja en nuestros propios parlamentarios, los cuales coinciden en reconocer que estamos frente a un momento en que la sociedad conservadora se ha visto forzada a admitir que hay cambios culturales y sociales que deben ser considerados y respecto de los cuales también se tiene que imprimir un aggiornamento a la legislación nacional.

Tras el anuncio presidencial se realizaron sondeos. La consultora internacional Ipsos realizó la “Encuesta Global Orgullo LGBT+2021” en 27 países y determinó que un 65% de los chilenos cree que se debería permitir el matrimonio igualitario. Interesante es que Chile se instaló como el segundo país latinoamericano con el porcentaje más alto, sólo superado por Argentina. (73%).

Solamente un 17% de las personas encuestadas cree que las parejas del mismo sexo deberían tener un reconocimiento legal, pero no casarse; mientras un 8% estima que no debería estar permitido el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Quizás uno de los temas más complejos resulta el de la adopción por parte de personas del mismo sexo, pero aquí también un alto porcentaje (un 67%) asegura estar a favor de esta medida a nivel nacional y una tasa similar estima que estas parejas son tan capaces como cualquier otra de criar correctamente a un menor de edad, superando el promedio mundial (62%).

Encuestas como la de Ipsos, que permiten compararnos con el pensamiento de otros países, resultan interesantes y, si bien no necesariamente deben influir en las enmiendas legislativas, sí permiten formarse un panorama de los cambios mentales y culturales que se están produciendo y de cómo la sociedad chilena quiere ir avanzando en materia de derechos esenciales.