Familia de pescador desaparecido pide más recursos logísticos para dar con su paradero

Destinar mayores recursos logísticos para la rebusca del pescador Diego Huenchumán Salazar, desaparecido en las aguas del canal Trinidad el pasado jueves 17 de junio, realizó su familia, desesperada por no contar con antecedentes sobre su paradero.

El joven de 23 años nació en Temuco, aunque con su familia se encuentra radicado desde hace años en Pitrufquén. Desde esa localidad su hermano mayor Freddy Huenchumán Salazar -a ellos se suman dos gemelas de 18 años- informó que sus padres de 56 y 48 años se trasladaron el viernes 18 de junio a Puerto Natales. Ese día salieron a las 1 de la madrugada en bus hacia Puerto Montt para abordar el avión que los trasladó a Punta Arenas, llegando finalmente a Puerto Natales a las 18 horas de ese día.

Su padre ya había estado junto a Diego en esta ciudad hace cinco años. En esa oportunidad llegaron a trabajar en la construcción. Cuando su progenitor retornó a su hogar, Diego se quedó en Ultima Esperanza donde conoció a su pareja con quien tiene a una pequeña de tres años.

En el último tiempo se desempeñaba como ayudante de buzo a bordo de la lancha motor Rayén – Mapu a bordo de la cual salió a la pesca del róbalo.

El jueves, antes del mediodía, se encontraba en sus labores al noreste de isla Topar en el canal Trinidad (aproximadamente 250 kilómetros al norte de Puerto Natales). En esos momentos -de acuerdo a los testimonios recogidos por su hermano-, Diego perdió el equilibrio y cayó a las aguas. Su compañero de labores le lanzó un salvavidas e intentó darle alcance con la lancha, incluso se lanzó al mar para tratar de rescatarlo, sin embargo la corriente lo alejó rápidamente del lugar, perdiéndose desde ese momento todo rastro de su paradero.

Sobre la labor de rebusca, expresó: “Quiero pedirle a las autoridades que se incrementen los recursos logísticos tanto marítimos como ver la posibilidad de realizar sobrevuelos por el área”.

Freddy, quien no pudo acompañar a sus padres por estar en cuarentena, quiso agradecer, sin embargo, todos los esfuerzos que se han realizado para encontrar a su hermano.

Mencionó con afecto a los pescadores artesanales que se encuentran en el área “arriesgando también su seguridad, por lo que me saco el sombrero por todo lo que han hecho”,  indicó. Su gratitud se extendió a la Armada de Chile, tanto al personal de la capitanía de Puerto Edén como de Puerto Natales, a la gobernadora Ericka Farías y a la familia Mansilla – Antilef que recibieron y han apoyado a sus padres en estos difíciles momentos. Además, a la empresa Aqua Chile y a su encargada de recursos humanos, Gabriela Navarro, quienes facilitaron un robot marino para ayudar en la rebusca y también “a quien controla el robot, Diego Faúndez, quien tiene la misma edad de mi hermano”.

Finalmente, dijo que esperaba que pronto se logre encontrar a su ser querido. En caso contrario, pidió a las autoridades que prorroguen el plazo de búsqueda hasta dar con su paradero.