Mujeres, política, liderazgo y ética
Luego de la larga lucha por conseguir el derecho a voto, las mujeres han ido ocupando espacios en la política, reservado por siglos a los hombres.
Aunque sin haber mediado una elección popular, pero preservando tradiciones antiquísimas, gran parte del siglo pasado y hasta nuestros días, la figura de la reina Isabel II nos ha acompañado, llegando en varios periodos a tener que compartir su liderazgo con Margaret Thatcher.
Tanto como ellas, han marcado sus historias nacionales y regionales figuras como Indira Ghandi en India; y Golda Meyer, en Israel.
En el escenario latinoamericano, nombres como Isabel Margarita de Perón (Argentina), Violeta Chamorro (Nicaragua), Cristiana Fernández (Argentina), Michelle Bachelet (Chile), Dilma Rousseff (Brasil) nos son más próximas.
Ya en los lustros recientes, Nicola Sturgeon y Jacinda Ardern, primeras ministras de Escocia y Nueva Zelanda, se han ganado un espacio en la historia contemporánea.
Pero, sin duda, en las dos últimas décadas Angela Merkel ha sido la estadista que ha marcado el devenir no sólo de su país, sino del concierto europeo y, por extensión, del orden internacional. Mientras varias de sus predecesoras recibieron el calificativo de “Dama de Hierro”, la alemana ha sido reconocida como “La Dama del Mundo”.
Junto con Thatcher, comparte el hecho de haber presidido el G8 y el Consejo Europeo y, durante el 2020, nuevamente fue escogida por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo.
Tras 18 años en el poder, la era Merkel está llegando a su fin y, cuando se habla y/o se objeta la capacidad de las mujeres para ejercer un liderazgo fuerte y eficiente, el desempeño de la dignataria alemana echa por tierra cualquier cuestionamiento.
Fue reconocida por su habilidad negociadora, su sobriedad y por haber estado alejada de la farándula y la chabacanería -cosas a las que nos han acostumbrado nuestros políticos-, no recibió pagos millonarios y gobernó con probidad y apegada a valores cristianos.
En momentos en que Chile se apronta a elegir a su próximo Presidente o Presidenta, cuánto de estos liderazgos femeninos y, en particular, de los atributos de Merkel quisiéramos que tuvieran las personas que aspiran a sentarse en La Moneda en marzo próximo.