Cuba terminó en 2021 como el país con más presos políticos de América
Supera incluso a Venezuela (244) y Nicaragua (167). En estos momentos,
cerca de 700 personas se encuentran presas por motivos políticos.
El régimen cubano despidió uno de los años más represivos de su historia, con cientos de nuevos presos políticos y una gigantesca militarización del país, pero con un pueblo que ha perdido el miedo al grito de “Patria y Vida”. Desde las históricas protestas del 11 de julio, el régimen cubano detuvo a 1.320 personas, según los datos de la ONG de derechos humanos Cubalex. Entre ellos hay cientos de jóvenes.
Entre los actuales jóvenes detenidos, 14 son menores de edad. Una parte de ellos se encuentran en servicios penitenciarios, mientras que otros están con prisión domiciliaria. La fiscalía del régimen cubano les está dictando condenas que van hasta los 30 años de prisión, una respuesta que ha recibido un amplio repudio internacional. Cabe destacar que estos juicios son totalmente arbitrarios, lleno de acusaciones falsas o injustas. El objetivo de estas duras penas es intentar sofocar futuras protestas e intimidar opositores.
Mientras tanto, la situación dentro de las cárceles cubanas sigue siendo catastrófica, los detenidos sufren de las peores torturas, tanto físicas como psicológicas.
Uno de los casos más famosos es el de José Daniel Ferrer, un activista por los derechos humanos con una larga trayectoria, quien se encuentra detenido junto a su hijo desde el 11 de julio, cuando se disponía a marchar. A Ferrer lo están matando lentamente dentro de la prisión, lo tienen en condiciones inhumanas.
Su hermana ha reportado su situación dentro de la cárcel: “Lo tienen entre cuatro paredes blancas con una lámpara encendida las 24 horas del día, bajo torturas físicas y psicológicas constantes y permanentes, su cuerpo está lleno de picaduras, presenta sangrado bucal, fuertes e insoportables dolores de cabeza, parálisis y temblores momentáneos, pérdida de la visión, además de los problemas de salud contraídos durante anteriores encierros, como son hipertensión arterial, gastritis crónica y úlcera duodenal, sin ninguna atención médica ni medicamentos apropiados”.
Este es apenas uno de los casos más reconocidos dentro de la isla, pero le ocurre a prácticamente todo opositor cubano. Son cientos los casos actuales de detenidos que reportan brutales torturas dentro de las cárceles cubanas, tanto a hombres como a mujeres.
La tortura es una práctica común en Cuba, son múltiples las denuncias de estas prácticas dentro de la isla y es el régimen cubano el mayor especialista en el continente sobre los métodos de torturas. Muchas de ellas luego son exportadas a Venezuela o Nicaragua, donde siguen el manual al pie de la letra sobre como mantener el miedo en la ciudadanía. El alumno mayor ha sido la Venezuela chavista, donde la División General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), encargada de las torturas a opositores, ha sido entrenada, preparada y manejada por oficiales cubanos.
Por estas razones, Cuba se ha convertido en la cárcel más grande de América Latina, esto es lo que dicen los datos. Una larga investigación de la ONG Cuban Prisoners Defenders lo reporta como el país con mas presos per cápita de toda la región, con un índice de condenas mayor al 90%. Alrededor de 40.000 personas reciben acusaciones en la isla, un 93% termina condenado.