Hacia una sociedad más inclusiva

• De acuerdo con el II Estudio Nacional de la Discapacidad el 16,7% de la población de dos y más años se encuentra en situación de discapacidad. Es decir, hay aproximadamente 3,28 millones de personas con alguna discapacidad en Chile.

Al hablar con padres de hijos Down, se refleja desde lejos el orgullo que sienten al tener un ser especial, porque más allá de lo maravilloso que puedan ser, más allá de las lecciones de vida que se puedan aprender de ellos, los progenitores asumen la responsabilidad y la esperanza de cambiar el concepto y la mentalidad de muchas personas.

Es probable que algunos de ellos sí aprendan más lento, que necesiten más apoyo o atención, pero son capaces de reír y llorar y de realizar las mismas tareas que llevan a cabo en forma diaria todos los mortales de este mundo.

Con esa diferencia que da alegría, este 21 de marzo se conmemoró el Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down, establecido en las Naciones Unidas, para crear conciencia dentro de la sociedad.

En nuestro país la inclusión ha sido paulatina durante el último decenio y su marco regulatorio perfeccionado a partir de las reformas educativas y laborales. 

En Chile nacen en promedio 2,7 niños cada 1.000 con síndrome de Down, cifra que duplica el promedio a nivel mundial el cual alcanza a 1,4 niños cada 1.000.

De acuerdo con el II Estudio Nacional de la Discapacidad el 16,7% de la población de dos y más años se encuentra en situación de discapacidad. Es decir, hay aproximadamente 3,28 millones de personas con alguna discapacidad en Chile.

En ese sentido, la Ley N°20.422 establece igualdad de oportunidades e inclusión social a todas las personas de nuestro territorio chileno, y la ley N°21.015 de inclusión laboral dictaminó la obligación a empresas públicas y privadas de incorporar a personas en situación de discapacidad, quienes deben ser al menos el 1% al interior de las empresas que tengan
100 personas o más.

Esto significa una gran oportunidad para que las personas con síndrome de Down sean partícipes de ingresar al mundo laboral y social. También para los educadores que deberán guiarlos en esta experiencia.

En consonancia con los nuevos tiempos, se necesita una sociedad inclusiva, participativa y solidaria, con más fuentes laborales, donde el Senado desde ya asumió el desafío de la inclusión ante el arribo de la primera senadora electa en situación de discapacidad visual.