“En estos primeros días de gestión he sentido discriminación a mi condición de independiente”
– El parlamentario se refirió también a la gestión del nuevo gobierno, de poco tiempo, de
errores entendibles, pero de ser consecuente con la historia y del factor Marcel.
“Cuando uno se instala en un cargo tiene que valorar la historia que lo llevó a eso, y la historia de él (el Presidente Gabriel Boric) y el Frente Amplio fue decir siempre que eran diferentes a los partidos tradicionales, a los partidos que hoy incluso lo acompañan, y en la primera semana empezaron a mostrar las mismas mañas”
Reconoce que, si bien conocía “el paño” en el Congreso, eso de que siempre hay algo que aprender aplica a su llegada al Senado. Karim Bianchi dice que su inserción en esta instancia legislativa no ha sido fácil, que los códigos que allí se manejan están bastante lejos de lo óptimo e, incluso, términos como “matufia”, “colusión” y “monopolio” no están ajenos a lo que ha tenido que ver y, peor aún, pasar.
Ya durante la semana los medios de prensa nacional dieron espacio al parlamentario magallánico por su proyecto de quinto retiro, pero también dieron cuenta de sus propuestas en cuanto a espacios en comisiones y a la conformación de comités.
“No ha sido cómodo, porque el Senado a diferencia de la Cámara (de Diputados) tiene menos integrantes y eso hace que se noten mucho más las bancadas y los comités que se arman a través de los partidos. Y he sentido discriminación. Se me excluyó totalmente de poder optar a comisiones, porque la negociaron los partidos, viéndome en la necesidad de pedir el derecho de formar mi propio comité, porque un senador por sí sólo puede hacerlo y, de esta forma, tener acceso a espacios, personal, tiempo y participación. Pero ese derecho es para quienes son parte de partidos, porque a los independientes se nos exigen tres integrantes. Como estoy solo, he pedido modificar la norma, lo que se me ha negado en dos ocasiones por requerir unanimidad”.
Sin embargo, Bianchi dice que aún debiendo comer en su escritorio por no contar con acceso a comedores y a tener a su personal trabajando en los sillones por falta de oficinas como la tienen los comités, hay algo invaluable: la libertad que entrega el ser independiente, “porque me podría haber entregado a lo que terminan entregándose todos, pero aún pasándola mal, hay que oponer resistencia”.
Ya entrando a temas coyunturales, se le consulta respecto de su visión en estos primeros días de gobierno del Presidente Gabriel Boric. Aquí, el hoy senador Karim Bianchi admite no ser el indicado para opinar y dice que cualquier error se puede entender por el poco tiempo transcurrido desde
la asunción.
Sin embargo, levanta la voz para señalar que “lo que no se puede perdonar es la inconsecuencia, porque cuando uno se instala en un cargo tiene que valorar la historia que lo llevó a eso, y la historia de él (Gabriel Boric) y del Frente Amplio fue decir siempre que eran diferentes a los partidos tradicionales, a los partidos que hoy incluso lo acompañan, pero en la primera semana empezaron a mostrar las mismas mañas”.
El factor Marcel
Cita en lo anterior la postura ante un quinto retiro de fondos de pensiones y al impuesto específico a los combustibles, mencionando que en esto la pauta de gobierno parece estar marcada por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien en opinión de Bianchi “es una persona que está colocada justamente para cautelar los intereses de los principales grupos económicos del país. Es muy sospechoso que una persona sea regalona de Bachelet, de Piñera, de Boric, de los empresarios de izquierda y de derecha. Todo el mundo lo quiere, internacionalmente querido, y ojalá todo Chile lo quiera, pero siento que es porque hoy está resguardando los capitales internacionales y los principales de nuestro país. Por eso fue colocado en el cargo, estratégicamente, porque cuando uno llega al poder se deben muchos favores y, con Marcel, Boric está pagando muchos favores. Ojalá no termine pagando muchos costos por contradecir lo que en algún momento dijo y por lo que está haciendo ahora”.
– Conocemos de su posición respecto del quinto retiro, pero, ¿cuál estima será el desenlace que tendrá esta propuesta?
– “Ningún retiro ha tenido la voluntad inmediata para su aprobación, más bien siempre ha sido un problema. Me acuerdo que cuando levanté el segundo retiro todos me decían ‘no hay agua en la piscina’. Esa lógica fue cambiando porque la gente fue marcando la ruta. Hoy, más allá de pensar cuál será el resultado, de si se van a convencer o no, o si es justo o si corresponde, la convicción personal es que al menos vale la pena intentarlo. El escenario es el mismo de las cuatro discusiones anteriores, y seguro el sentir de la gente será el mismo, el de sentir que no la escuchan y que la hacen perder el tiempo, porque los procesos no son claros, generan ilusión y entregan señales que terminan con la gente teniendo más rabia porque las expectativas no se cumplen. Pasó tras el frustrado último retiro, fracasado por capricho de la entonces senadora (Carolina) Goic. Entonces lo que aquí veo es una deuda pendiente con la gente y que tenemos que saldar”.
– En el mismo tema , ¿cómo advierte el papel del Senado?
– “Esta instancia siempre ha sido el principal escollo. Es ahí donde se entraba la discusión, donde las normas se empeoran en vez de facilitarse, al contrario de lo que pasa en la Cámara (de Diputados). En el Senado se justifican ciertos cambios que no hacen más que blindar a la AFP y al sistema, entregando peor
los proyectos”.