“Hace 40 años no había que convencer a nadie para ser profesor; hoy hay que salir a buscar a los estudiantes”

En los últimos 10 años, la curva de ingreso a las carreras de Pedagogía es abiertamente descendente

Edmundo Rosinelli

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Cada vez preocupa más el poco interés de las nuevas generaciones por ingresar a estudiar Pedagogía en Chile.

Remuneraciones poco atractivas y la pérdida de respeto que vienen experimentando los profesores, ya sea de parte de los alumnos como de los apoderados.

La Prensa Austral abordó este tema con el director del Departamento de Educación y Humanidades de la Umag, Alvaro González Sanzana, profesor de historia y geografía de la Universidad de Concepción, poseedor de un magíster en la misma casa de estudios y de un doctorado en Bélgica durante 4 años.

Parte señalando que el sistema de acceso a las carreras de Pedagogía en Chile ha cambiado mucho en los últimos 15 años.

Actualmente hay nuevas exigencias, como de puntajes mínimos requeridos para postular. Por una parte lo considera un elemento positivo, porque implica traer estudiantes con mejores puntajes y por tanto con mejores hábitos de estudio. “Lamentablemente eso no se ha comprobado”.

Pero lo negativo, a su juicio, “es que ha ido dejando fuera a muchos estudiantes que no cumplen con ese puntaje, pero que quizás sí quieren ser profesores o profesoras”.

Esto ayuda a entender por qué hoy, sobre todo en los últimos 10 años, la curva de ingreso a las carreras de Pedagogía es abiertamente descendente.

Escuela de Talentos

Las carreras de Pedagogía se vieron en la obligación de aplicar nuevos sistemas de acceso. Pensando en aquellos estudiantes que no necesariamente cumplen con el puntaje mínimo exigido, pero que sí tienen deseos y vocación de ser profesores.

Por eso a partir del año 2018 se creó el Etape (Escuela de Talentos Pedagógicos). “Es un sistema en que la universidad se articula con los establecimientos educacionales. Dos mundos que históricamente no se han hablado mucho que invita a estudiantes motivados por la carrera de Pedagogía a seguir un programa, que es bien exigente y que consta de tres módulos. Una vez a la semana los prepara para que puedan ingresar a las carreras de pedagogía. El valor agregado que tiene esto es que el puntaje que obtenga el alumno en la prueba de selección universitaria no cuenta para ingresar a la universidad”.

A modo de estadística, en los últimos cinco años en promedio el 25% de los estudiantes de pedagogía de la Umag ingresó a través de este sistema.

Contextualizando

González hace presente que el sistema de acceso a las carreras de Pedagogía ha ido cambiando, con bemoles positivos
y negativos.

Por ejemplo, “en los últimos 20 años ha existido una constante pérdida de atractividad de la carrera docente. Ya no de estudiar Pedagogía, sino que de ser profesor”.

Un tema de estatus

“Si usted habla con un profesor normalista de los años 50, 60 o comienzos de los 70 le va a decir que él era respetado por toda la comunidad. El estatus del profesor ha ido en picada sobre todo a partir de las reformas iniciadas en los 80. Los salarios bajaron drásticamente, a pesar de que últimamente muestran un repunte y han estado subiendo. Pero en el inconsciente colectivo queda que el sueldo de los profesores es malo, cuando no es efectivo”.

Baja en zonas extremas

Si bien a nivel nacional las carreras de Pedagogía han ido bajando en su atractivo y cantidad de inscritos, particularmente esto se acrecienta en las zonas extremas.

Por distintos motivos, la Universidad de Magallanes, más que otras casas de estudios del país, tiene mayores dificultades para hacer que vengan jóvenes a estudiar a esta zona austral.

El 93% de los estudiantes de la Umag proviene de la Región de Magallanes. Incluso el 78% es de Punta Arenas. Sólo un 7% corresponde a otras regiones.

La pregunta es por qué un estudiante de Concepción, Valparaíso o Santiago, donde tienen 4 ó 5 universidades para estudiar, podría querer venir a Magallanes.

A diferencia de lo que sucede con Medicina, donde el 90 por ciento de los jóvenes que estudian localmente procede de otras zonas del país.

“Esto tiene una lógica diferente. Porque el alumno que quiere estudiar medicina no le importa dónde. Si queda en Magallanes viaja a Magallanes. Además porque esto viene asociado a un salario y estatus específico”, planteó el director del Departamento de Educación y Humanidades de la Umag, Alvaro González.

-¿Una pregunta o comentario muy recurrente es que el profesor ha perdido
respeto?

– “Indudablemente. Y hemos hecho investigaciones con estudiantes de cuarto medio. A la consulta de si estarían disponibles para estudiar Pedagogía responden que sí, pero cuando postulan no lo hacen. La respuesta es que una de las cosas que sienten es que el trabajo del profesor no está bien retribuido, económicamente y sobre todo en términos de estatus social”. Todos estos son elementos que en el inconsciente colectivo van pesando, y que hacen que cada vez sea más difícil para un estudiante decir voy a estudiar para ser profesor.

“Hace 40 años no había que convencer a nadie para estudiar pedagogía. Hoy hay que salir a buscar a los estudiantes para que estudien pedagogía”.