Dramática “expulsión” de mujer de 68 años que se tomó terreno en calle Abate Molina
E
n medio de un amplio operativo a cargo de Carabineros y de personal municipal se evitó ayer la concreción de la “toma” de terreno en el sector de calles Abate Molina con Fernando Márquez de la Plata, luego de la denuncia efectuada 24 horas antes por vecinos de este sector surponiente de Punta Arenas.
El hecho tuvo ribetes dramáticos, toda vez que la acción de apropiación ilegal correspondía a una mujer de 68 años, quien fue conminada a deponer su acción reaccionando en medio de gritos y llantos.
“Soy una mujer adulto mayor, que vive hace más de 30 años en Magallanes, que ya no puede trabajar, con una discapacidad (en uno de sus brazos) y que no puede vivir con una pensión de 158 mil pesos”, señaló la atribulada mujer que se identificó como María Ramírez Loyola.
Tras el operativo y ya un poco más serena, señaló que la desesperación la llevó a aprovechar la invitación de un ciudadano colombiano, quien le dijo que al lado de su “ranchito” había espacio suficiente para que ella levantara una pieza. “Yo vivo solita y mi hijo tuvo que venir del norte para ver mi situación. El trabaja allá, en La Vega, y durante todo este tiempo ha venido pagándome un arriendo, pero esto ya es insostenible. Desde enero que la situación viene siendo complicada y la verdad es que hoy estoy en situación de calle”, dice luego antes de ponerse a llorar.
Señala que durante todos estos años se ha cansado de golpear puertas, incluso postulando sin éxito a vivienda, “entonces se siente mucho dolor cuando nadie responde, nadie te atiende, nadie te da una mano, pero cuando tú haces algo llegan todos como si uno fuera una delincuente”.
María Ramírez dice que lo vivido la tarde de este viernes fue “una verdadera pesadilla, porque bien o mal no tenían el derecho a tratarme de la forma que lo hicieron, ni carabineros ni la funcionaria municipal. Fueron unos perros conmigo, fue triste. Yo no le he hecho mal a nadie, sólo quería un espacio en un lugar que está tomado por varias personas que están desde hace mucho tiempo y siguen ahí”.
De su futuro dice no saber qué hacer, porque recursos no tiene y la casita que esperaba levantar (una sola pieza para su cama y una mesa) también le significó un costo tanto en materiales como en transporte. “Lo único que tengo son mis cinco perros fieles que me acompañan, uno de ellos sobreviviente del terremoto de Concepción en 2010”, señala.
Pasadas las 20 horas de anoche, llegó al sector la delegada presidencial regional, Luz Bermúdez, para recoger en terreno los antecedentes de este drama social.