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Federico Guesalaga Toro, protagonista de nuestra historia en el Territorio Chileno Antártico

Lunes 2 de Mayo del 2022

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Por Francisco Sánchez
Historiador

 

  • El destacado marino asumió una de las empresas más grande en términos geopolíticos del siglo XX, como fue ejercer soberanía efectiva del Territorio Chileno Antártico. 

 

Federido Guesalaga Toro nació en 1902 ingresando a la Escuela Naval muy joven y egresando en 1920. Tras diversos destinos y trasbordos, se especializó en Navegación e Hidrografía y se le asignaron destinos afines, incluyendo docencia en la Escuela Naval, asumiendo en 1941 la jefatura del Departamento de Navegación e Hidrografía, cargo que ocupó nuevamente en 1945.

Su carrera naval es recordada sobre todo por haber estado, en calidad de comodoro al mando de la Primera Flotilla Antártica, integrada por la fragata Iquique y el transporte Angamos, cuya misión se extendió entre febrero y marzo de 1947. Dicha expedición llevaba a bordo tanto integrantes de las Fuerzas Armadas como científicos, escritores y periodistas, entre los más renombrados estaba Oscar Pinochet De La Barra, Eugenio Orrego Vicuña y Francisco Coloane.

Desafío trascendental

Es de esta manera que el comodoro Guesalaga asumió una de las empresas más grande en términos geopolíticos del siglo XX, como fue ejercer soberanía efectiva del Territorio Chileno Antártico.

Es así que el 6 de febrero de 1947, cuando, tras exploraciones previas, se inauguró la estación meteorológica y radiotelegráfica Soberanía, actual Base Naval Antártica Arturo Prat, tras haberse elegido como emplazamiento la bahía Chile o Discovery, en isla Greenwich, siendo la primera base antártica chilena.

En marzo de ese histórico año el comodoro Guesalaga sería entrevistado por La Prensa Austral, en donde dio detalles de la expedición y los principales desafíos enfrentados, siendo así este uno de los primeros periódicos chilenos en inmortalizar en sus páginas parte de los detalles de esta épica comisión de la Armada de Chile.

Siendo recordado por su liderazgo y alta preparación, el destacado marino logró adhesión por las dotaciones de las unidades que componían aquella primera expedición antártica chilena. Su retiro de la institución se produjo en 1948 con el grado de capitán de navío, siendo homenajeado en reiteradas ocasiones, desarrollando estudios e intercambiando diversas misivas con el general Ramón Cañas Montalva, quién fue uno de los más prolíferos investigadores y difusores en torno a la importancia del Territorio Chileno Antártico.

Es de esta forma que en las cercanías de la Base Naval Antártica algunos accidentes geográficos llevan su apellido, perpetuándose su legado en cartas de navegación que hasta el día de hoy son vigentes.

Reconocimiento a su misión

De tal forma, en mérito a su importante trayectoria, por ley en enero de 1974, analizando los siguientes antecedentes:

“Que los títulos chilenos sobre la Antártica se reafirman desde el año 1831, en documento histórico del General don Bernardo O’Higgins, en que expresa: “Chile se extiende hasta Nueva Shetland del Sur y posee la llave del Atlántico, desde los 30º latitud sur hasta el Polo Antártico y la de todo el Gran Pacífico”.

Que Chile es el país más próximo al Polo Sur, por cuanto su islote más austral, Diego Ramírez, está a sólo 400 millas de las Shetland del Sur.

Que el Gobierno de Chile en el año 1939 reunió todos los títulos que dieron origen a las declaraciones oficiales que forman la Antártica Chilena, todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciales y el mar territorial existente dentro del casquete limitado por los meridianos 53º W. Y 90º W. de longitud, establecidos por decreto supremo Nº 1.747, de fecha 6 de Noviembre de 1940.

Que para reafirmar nuestros derechos soberanos en el continente antártico, por decreto supremo Nº 2.162, de fecha 17 de diciembre de 1946, se nombró comodoro de la flotilla de la “Primera Expedición” al capitán de navío (N) Sr. Federico Guesalaga Toro, quien reconoció las costas, pasos, canales y mares del territorio antártico, efectuó levantamientos hidrográficos e instalaciones de señalización, en circunstancias muy especiales, por cuanto constituyeron la primera experiencia de la Armada Nacional y, en el ámbito de todo ello, instaló e inauguró una Base Naval que se denominó Arturo Prat, ubicada en la bahía Discovery, rebautizada posteriormente con el nombre de Bahía Chile, Península Comodoro Guesalaga, Caletón Iquique, Puerto Soberanía.

Que teniendo esta “Primera Expedición” tan fundamental y decisiva trascendencia en la historia de nuestras tierras antárticas, ya que al constituirse dicha Base Naval, Chile reafirmó definitivamente su soberanía dentro de dicho territorio,

Se ha acordado dictar el siguiente:

Confiérese, por gracia, el ascenso al grado de contraalmirante, por méritos y servicios distinguidos al país, al capitán de navío (r) Sr. Federico Guesalaga Toro, el que se considerará válido para todos los efectos legales”.

El ascenso fue recibido con sorpresa por el veterano oficial, quién dentro de su extensa producción y actividad como educador, fue uno de los protagonistas de una historia épica escrita en el continente Antártico.

Los desafíos de navegación enfrentados en aquella primera Expedición Antártica Chilena, llevaron a un puñado de servidores navales a rincones inexplorados de nuestro territorio, en donde el mando y resolución del Federico Guesalaga no tan sólo permitieron el cumplimiento de los objetivos planteados, sino que generar una serie de estudios y bases fundamentales para la comprensión del Territorio Chileno Antártico.

Legado permanente

Es de esta manera que para el comodoro Guesalaga, en aquella primera expedición chilena antártica, fue fundamental los estudios hidrográficos y de navegación, instalando las primeras balizas y el primer faro chileno en la Antártica, elementos que guiarían a las futuras expediciones y que hasta el día de hoy son parte de un legado permanente de la Armada de Chile, guiando a los navegantes en uno de los territorios más inhóspitos del mundo.

Eugenio Orrego Vicuña, académico de la Universidad de Chile, partícipe de la Primera Expedición Chilena Antártica, en relación al comodoro Federico Guesalaga Toro, señaló “era un hombre de decisiones sabias y prudentes, hábil en la navegación y que escuchaba a sus oficiales. Cuando entraba su presencia se imponía con solemnidad…manejaba diversos temas y tenía una opinión formada, era consciente de la importante misión que por Chile estaba realizando…”, comentando que “la admiración de la tripulación era transversal, su dedicación se notaba en todos los detalles, redactando y revisando una infinidad de veces las faenas realizadas, inspirando a otros a ser partícipes de un capítulo de la historia, cuyo impacto trascenderá generaciones”.

El contraalmirante Federico Guesalaga Toro falleció en 1985, siendo homenajeado con la presencia de las máximas autoridades de la Armada de Chile en su funeral. Su legado es parte indisoluble de la historia del Territorio Chileno Antártico, en donde su preparación y experiencia naval, combinado con el coraje, decisión y liderazgo fueron fundamentales para que nuestro país lograra el éxito en la Primera Expedición Antártica.