Adiós a Dante Panicucci Bianchi

Punta Arenas se quedó sin su andar pausado y su mirada sonriente. Las tertulias en torno a un café serán menos chispeantes y algo más sosas sin él.

Dante Panicucci Bianchi falleció la tarde del domingo a los 80 años, dejando atrás un legado de hombre comprometido con sus ideales e integrante de una familia con fuerte raigambre política.

Fue un ser que optó por la vida, pese a haber sido torturado varias veces y que, como él mismo relató en nuestras páginas, sobrevivió a un simulacro de fusilamiento.

Esta brutal experiencia lo marcó hondamente, pues cada paso de dicho supuesto proceso se hizo como se hace un ajusticiamiento real, incluido la solicitud de confesión de un “sacerdote”. Luego sabría que no era un religioso, sino alguien disfrazado.

Su cuerpo fue cruzado por los golpes y la electricidad en sus días como preso político en el Regimiento Pudeto e isla Dawson. Pero, Dante Panicucci será recordado como un hombre tranquilo, bonachón, que no dudó en ayudar a cuantas personas lo necesitaran sin importar colores políticos ni credos ni posiciones socioeconómicas.

Como histórico militante del Partido Socialista, Dante ocupó un sinnúmero de cargos no sólo al interior del conglomerado, sino como servidor público. Dirigente estudiantil, alcalde de medio período de Río Verde y consejero regional fueron algunas de las funciones que desarrolló.

Sin duda, su muerte es una gran pérdida para el socialismo magallánico, pues se fue un exponente de la vieja escuela política.

Hoy, sin embargo, lo recordaremos a través de los calificativos que familiares, correligionarios del PS y amigos han expresado para tratar de resaltar a Dante Panicucci: alegre, leal, admirable, amigo, compañero, querible, viejo lindo y de gran corazón.