“Las AFPs como las hemos concebido, no van a existir una vez que se apruebe la reforma previsional”
La situación de las jubilaciones en Chile es dramática: el 72% de las pensiones son inferiores al salario mínimo y uno de cada cuatro jubilados recibe una jubilación que está por debajo de la línea de la pobreza ($206 mil), menos de la mitad cotiza por más de 20 años y sólo el 54% logra recibir una pensión financiada con sus ahorros.
Una de las promesas del Presidente Gabriel Boric fue cambiar el sistema de pensiones. El Gobierno presentó una propuesta en noviembre de 2022. Tras más de un año de debate, se logró aprobar la idea de legislar en la Cámara de Diputados y hoy se encuentra en discusión en el Senado.
A pesar de ser la primera victoria parlamentaria del magallánico Boric, tuvo algo de amargo porque el llamado corazón de la reforma “el 3% para capitalización individual y el 3% destinado a solidaridad” se cayó y hoy la cartera que representa Doris Sandoval lleva negociando con la derecha para llegar a un porcentaje.
– Despejemos la duda: ¿Cuál será la proporción que se dividirá el 6%, tras la caída del 3% para capitalización individual y el 3% a solidaridad?
“Como ministerio, vamos a mantener a pie firme el diálogo político como la única posibilidad de salir de cualquier escollo en que nos podamos encontrar”.
– ¿Les acomoda como gobierno defender el sistema de capitalización individual? Siendo que el programa de Gabriel Boric habla del fin de las AFP, pero con la actual propuesta cambian de nombre y se conserva la sustancia del modelo.
“Tuvimos que tener la capacidad de escuchar y comprender que a un porcentaje importante de la población le hace sentido que el sistema previsional chileno recoja la trayectoria individual de las personas, que tus éxitos laborales se vean reflejados en tu propia capitalización individual.
“Me hago cargo de esta parte, creo que ha calado muy hondo un sistema más bien de carácter neoliberal, donde el esfuerzo personal es la clave. La verdad es que, cuando uno revisa las trayectorias laborales de la persona, no siempre tu esfuerzo personal, por mucho empeño que le pongas, te lleva al éxito. Puedes perderte empleo, enfermar, salir del mercado laboral para cuidar a un familiar. Entonces el éxito personal no siempre es la clave para alcanzar la felicidad”.
– ¿A usted ideológicamente le conflictúa?
“No, porque nosotros responsablemente decimos que, en la propuesta original, y eso se ha mantenido, hay una reorganización de lo que se llama la industria. Las AFP’s como las hemos concebido no van a existir una vez que se apruebe la reforma previsional.
“Nuestra propuesta contempla una reorganización de la industria y permite que las personas elijan entre un inversor privado o público de pensiones.
“La administración del sistema, que genera cosas que todas las personas saben, que, si va mal en los mercados, hay pérdidas, las pérdidas van directo al bolsillo de los afiliados. Todo eso se elimina porque la administración de alguna manera pasa como a manos del Estado. La oposición nos ha planteado que en esta materia pueda haber participación de privados.
“Desde ninguna perspectiva, tanto de los administradores, de los gestores de inversión privada o pública, implica la continuidad de la AFP”.
– ¿Entonces la propuesta finalmente acabaría con la AFP?
“Así es, así fue el espíritu de nuestra propuesta original”.
– ¿Y cómo está quedando?
“El único cambio en este diálogo que se ha producido en el Parlamento es en la gestión de la administración, donde la oposición ha solicitado incorporar la participación de privados (…) Esto siempre estará bajo el principio fundamental de que cualquier actividad de administración debe tener su foco en mejorar la rentabilidad y aumentar pensiones.
“Quienes estén interesados en lucrar o seguir haciendo negocio con la previsión social en Chile, nos van a encontrar en esta propuesta cabida”.
– ¿Por qué la PGU parte desde los 65 años y no desde los 60 años, siendo que la mujer se jubila a los 60?
“Ese es un nudo crítico de la discusión. Nuestra propuesta intenta también hacerse cargo de ese desequilibrio, o esa brecha, con la creación de un Fondo de Seguridad Social, que busca compensar esa brecha colocando asignaciones directas en las cuentas de las mujeres.
“El fondo se nos ha ido reduciendo, partimos proponiendo un Fondo Solidario de un 6% de aporte al empleador, seguimos manteniendo que ese fondo recupera la noción de seguridad social que hemos perdido (…) Necesitamos un reordenamiento de la industria y la seguridad social. creemos que al momento de jubilarse una persona al menos salga recibiendo el salario mínimo”.
– ¿Cómo va a beneficiar a los actuales jubilados o las personas que están a cinco años de pensionarse?
“La respuesta a aquello no es la capitalización individual, no es llevando todo a la capitalización individual, porque ya está estimado que eso te va a rendir frutos en los próximos 15, 20 años. Nuestros actuales abuelitos, no pueden esperar 20 años más. Por eso es que nosotros decimos que necesitamos aumentar la PGU y necesitamos un seguro social que compense las iniquidades de las trayectorias laborales de los actuales pensionados”.
Por ejemplo, yo, un profesional que comenzó a cotizar a los 22 años, cuando me jubile, ¿cuál será mi horizonte con esta reforma? ¿Voy a recibir una mejor pensión que la de los actuales pensionados?
“El horizonte de su jubilación va a estar va a estar basado en que usted va a tener una jubilación que va a provenir de tres fuentes: estatal, a través de la PGU; el 10,5% de cotización propia; y un aporte del empleador, que en nuestro país no existe”.
Desempleo e informalidad
Dos males que aquejan la economía magallánica son el desempleo y la informalidad. Ambas tienen rostro de mujer. La desocupación laboral en la mujer ronda en torno al 7,4%. “Sabemos que muchas mujeres pudiendo estar trabajando remuneradamente no lo están haciendo, y entre otras cosas no lo están haciendo porque no tienen un sistema de cuidado que les permita poder hacer aquello (…) en su mayoría dejan de trabajar por razones de carácter familiar”, explicó la titular del Trabajo.
– ¿Cómo usted analiza la cifra del 5,8% de desocupados en la región? ¿Qué medidas están tomando para revertir esta situación?
“Nuestra fuerza de trabajo ha crecido casi cuatro puntos porcentuales. Eso ha tensionado la búsqueda de empleo.
“Hemos puesto como primer foco a las mujeres en los programas Chilevalora, Sence, entre otros (….) prácticamente el 60% de los recursos del Sence van a mujeres y están participando mujeres. Necesitamos aumentar las competencias y las capacidades para mejorar las condiciones en que las mujeres ingresan al mercado laboral, porque tenemos esta brecha”.
– ¿Cuáles son las medidas que está tomando para disminuir la informalidad en la región?
“En la informalidad también hay mayor presencia femenina en la región de Magallanes, según los datos que poseemos. Por tanto, ahí nuevamente el foco de género nos pone en un desafío.
“Para enfrentar esto traspasamos al gobierno regional la competencia de presidir el Consejo de Capacitación y distribuir los fondos de las becas laborales en la región de Magallanes”.
– ¿A través de esa capacitación ustedes pretenden reducir la informalidad laboral?
“Con los programas de capacitación estamos promocionando la participación femenina (…) desde mi cartera estoy realizando mecanismos de intermediación laboral, para que las mujeres se capaciten y vayan transitando al mercado formal (…) A quienes busquen la línea de emprendimiento les facilitemos las condiciones, para que emprendan de forma regulada”.